Día Mundial del Olivo 2024

El sector oleícola español, un modelo a seguir

Por Rosa MoliternoAdministradora única de Iberia de Aceites

Martes 26 de noviembre de 2024

España es y seguirá siendo el primer país productor y exportador de aceite de oliva a nivel mundial gracias a la constante evolución y modernización del sector, hoy en día considerado un modelo a seguir por otros países productores en materia de innovación, sostenibilidad e implantación de prácticas agrícolas cada vez más respetuosas con el medio ambiente.

Gracias a herramientas como la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, el sector ha sabido llevar a cabo una labor fundamental consistente en promover y difundir en otros países el consumo de esta grasa tan saludable mediante ambiciosas campañas promocionales dirigidas a consumidores de todo el mundo.

La promoción constante de la Marca España, sinónimo de calidad, ha contribuido al crecimiento indiscutible de las exportaciones de aceite de oliva español. Hoy en día, el aceite de oliva “Produced in Spain” goza de un indiscutible reconocimiento internacional y empieza a quitar protagonismo al tan renombrado aceite “Produced in Italy”. De hecho, los datos indican que mientras España exporta cada vez más, nuestros vecinos italianos pierden gradualmente cuota de mercado en el exterior.

Cuando llegué a España en el año 1989, apenas había mujeres “visibles” en este sector ofreciendo servicios de intermediación en la compraventa de aceite de oliva a granel -principalmente entre España e Italia-, ejerciendo de vínculo entre productores y compradores, y considero un privilegio poder trabajar en un sector cuyos productores, tanto en régimen cooperativo -cada vez de mayor dimensión- como particular, son gente seria y de palabra. En definitiva, es un sector en el que los contratos se cumplen a pesar de las enormes oscilaciones de precio que en ocasiones se experimentan, como ha ocurrido en estas últimas campañas a causa de la sequía. No recuerdo haber vivido, a lo largo de mis 35 años en el sector, situaciones graves relacionadas con incumplimientos contractuales que no se hayan podido solucionar finalmente.

Afortunadamente, en estas últimas semanas ha llovido, el campo y los olivos se han hidratado y los precios del aceite volverán a niveles razonables para todos. Pero queda mucho trabajo por hacer para crear infraestructuras y actuaciones hidrológicas que permitan aprovechar al máximo la disponibilidad de agua para intentar minimizar los desastrosos efectos de la sequía y así evitar en un futuro campañas por debajo de la media con precios demasiado altos. Las oscilaciones bruscas del precio del aceite de oliva no son buenas para nadie y no estamos acostumbrados a gestionarlas como ocurre con otras grasas vegetales que están sometidas a constantes fluctuaciones de precio, caso del aceite de soja, por mencionar alguna.

Acabamos de empezar la campaña 2024/25, que seguramente será más fácil que la anterior, con precios que ya se van redimensionando y que nos permitirán trabajar con un poco más de estabilidad y tranquilidad.

¡Feliz Día Mundial del Olivo a todos!


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