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Un compuesto extraído del olivo para aumentar la eficacia de las vacunas contra el COVID-19

Martes 28 de enero de 2025

La bioquímica Miriam Echaide Górriz ha desarrollado una nueva proteína que combina tres fragmentos clave del SARS-CoV-2, el virus causante del COVID-19, para enseñar al sistema inmunitario a defenderse de forma más completa y eficaz. Este avance, junto con el uso de un compuesto extraído del olivo, podría aumentar la eficacia de las vacunas, especialmente en personas mayores de 80 años y otros grupos vulnerables, tales como pacientes oncológicos.



Así lo recoge su tesis doctoral, defendida en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y desarrollada en Navarrabiomed, centro de investigación biomédica del Ejecutivo Foral y la institución académica.

Según ha informado la UPNA, desde que el SARS-CoV-2 apareció en 2019, las vacunas han sido fundamentales para frenar la pandemia. “Pronto salieron al mercado algunas vacunas basadas en adenovirus y en ARN mensajero, como las de las compañías Pfizer/BioNTech y Moderna, cuyo componente principal es la proteína S del virus. Estas vacunas consiguieron frenar notablemente la transmisión y virulencia del virus. Sin embargo, han aparecido variantes del virus resistentes a estas vacunas”, ha explicado Echaide.

La investigadora ha precisado que “se ha observado que la inmunidad adquirida por población vulnerable, como personas en tratamientos oncológicos y/o de edad avanzada, es de corta duración y su eficacia se ha ido reduciendo con la aparición de las nuevas variantes del SARS-CoV-2”.

Una nueva proteína

Su investigación ha identificado otras dos proteínas del virus, denominadas M y N, que también pueden ser reconocidas por el sistema inmunitario. Combinando fragmentos de las tres proteínas (S, M y N), ha creado una nueva proteína recombinante que, en modelos animales (ratones), se ha demostrado “capaz de generar una respuesta más completa que las vacunas actuales”, según la autora de la tesis, dirigida por Grazyna Kochan y David Escors Murugarren, investigadores responsables de la Unidad de OncoInmunología de Navarrabiomed.

Además, Miriam Echaide ha investigado otras moléculas que puedan potenciar la respuesta inmune específica generada por las vacunas en personas mayores de 80 años. En concreto, ha evaluado el papel de la oleuropeína, un compuesto natural extraído del olivo y presente en la pulpa de las aceitunas verdes, las hojas y el aceite de oliva virgen extra. En experimentos de laboratorio, ha demostrado potenciar la actividad de las células inmunitarias clave, llamadas linfocitos T, en este grupo de la población. “Los datos indican que se podría probar esta molécula como un adyuvante para fortalecer la protección generada por futuras vacunas”, ha concluido la investigadora.

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