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Pocas personas lo recuerdan, pero Marie Curie fue la primera persona que se propuso curar el cáncer. Gracias a ella, hoy en día podemos hacernos radiografías y acceder a tratamientos de radioterapia. Tan intensa fue su lucha que murió a causa de una enfermedad derivada de la alta radiación a la que estuvo expuesta gran parte de su vida. Era curioso, a sus alumnos nunca les dejaba acceder a ningún ensayo sin antes equiparse con su debido chaleco de plomo, pero ella siempre desobedecía su propia orden, como si viviese ajena al peligro, como si tras culminar su obra nada más importase en el mundo.

Cuando Clarence Saunders abrió el primer supermercado, no lo hizo pensando en la comodidad de sus clientes, sino en el ahorro de tiempo que supondría para el vendedor. La idea era de lo más simple: poner la mercancía al alcance del comprador, de modo que el comerciante sólo tendría que cobrar y reponer productos de vez en cuando. El cambio fue radical: desde entonces un solo empleado podía atender un volumen de ventas tres o cuatro veces superior.

"Hay algo en el aire de Nueva York que hace que dormir sea inútil", afirmaba la escritora y filósofa Simone de Beauvoir, pareja inseparable de Jean Paul Sartre.

En Roma, el verano no era una estación más, sino que se representaba bajo la forma de una mujer joven y fuerte, coronada de espigas y vestida de amarillo. Los textos antiguos vinculaban a ciertos dioses con estaciones concretas, y la pareja elegida para el estío era Ceres, responsable también de la agricultura, las cosechas y la fecundidad. De hecho, de ella reciben su nombre los cereales (¡a la cama no te irás sin saber una cosa más!).

En las generaciones de Instagram, Twitter y Facebook (bueno, ahora también de Pokemon Go, pero ésa es otra historia...) se pensará que Panamá es un lugar donde se guardan papeles, una especie de escritorio gigantesco donde permanecían los “trapos sucios” hasta que alguien los encontró. Bien es cierto que poco se hablaba de este país desde hace tiempo si no fuese por la filtración informativa de documentos confidenciales que ha revelado el ocultamiento de propiedades de empresas, activos, ganancias y evasión tributaria de jefes de Estado y de gobierno, líderes de la política mundial, personalidades del deporte... en fin.

El AOVE es la mejor opción para freír pescado. Ya no es sólo una teoría de los iluminados que nos preciamos de defender esta categoría. Esta vez la ciencia nos ha dado la razón.  Un estudio de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) acaba de demostrar que la opción más saludable para freír pescado es el aceite de oliva virgen extra. Según han constatado las investigadoras al frente de este proyecto, la selección del aceite de cocina es de suma importancia, debido a su impacto sobre el perfil de lípidos en el pescado y en la posible generación de compuestos tóxicos en el aceite durante la fritura, pudiendo influir en la seguridad alimentaria y la salud humana.

La revista Forbes no suele hablar de aceite de oliva, y eso que ningún otro alimento cuenta con el privilegio de denominarse coloquialmente “oro” líquido. Sin embargo, esta publicación que habla de millonarios y va dirigida a los no millonarios que, o quieren serlo, o quieren envidiarlos, se ha interesado esta vez por el AOVE.

El pasado 27 de junio España cayó eliminada en la Eurocopa de fútbol en un partido contra Italia que finalizó 2-0. Nos enteramos porque nos encontrábamos exponiendo en la Summer Fancy Food de Nueva York y la mitad de esta exhibición la ocupaba el pabellón del país transalpino. En cualquier otra ocasión, verías a algún expositor mirando de reojo el móvil para comprobar el resultado del partido, pero esta vez, en octavos de final de la competición, nuestros vecinos mediterráneos habían sintonizado la cadena en la pantalla del estand más grande de la feria y habían dispuesto las sillas disponibles para disfrutarlo a sus anchas. Cada gol que marcaron durante aquellos eternos 95 minutos resonó en el pabellón en forma de jolgorio de dimensiones épicas frente a las atónitas miradas de los discretos estadounidenses que se encontraban allí simplemente para hacer negocio. Los muros del pabellón español, que casualmente se encontraban a 5o metros de distancia, retumbaban con la fiesta italiana que crecía por instantes, agrandando su espacio y empequeñeciendo el nuestro. Aquellos instantes no fueron más que una metáfora que vino a evidenciar la cruda realidad: en Estados Unidos manda Italia.

El día que abrió el Celler de Can Roca no ofrecieron ni un servicio y ahora crean madera comestible. Entre medias han sido el mejor restaurante del mundo dos veces y durante siete años se han situado en el podio.

Existen en nuestro cuerpo un montón de vasos que se dedican a transportar la sangre oxigenada desde el corazón hacia las demás partes del cuerpo. Como nunca nos paramos a pensar en la compleja mecánica de nuestro organismo, damos muchas cosas por hecho como, por ejemplo, esta.

Hay revoluciones ruidosas, sangrientas, impactantes y caóticas. Se habla de ellas durante siglos, los ecos de las guillotinas rechinan en las siguientes generaciones y es imposible vivir ajeno a ellas. Sin embargo, experimentamos otras revoluciones que son casi placenteras, surgen de la nada y su evolución es tan silenciosa que cuando terminan no tenemos ni idea de cuándo ni cómo comenzaron. Algo así ocurre con la tecnología. Un día salimos de la tienda de discos cargados de vinilos gigantescos que asoman por los laterales de la bolsa y al día siguiente almacenamos 800 canciones en nuestro propio teléfono, que ya no es un aparato para comunicarse verbalmente, sino un robot extraño que ordena tus fotos por ubicación, tus correos por contactos y, en algunos casos, tu vida por prioridades.

El abuelo Lucio no estaba enfermo y, sin embargo, todos querían deshacerse de él. Tras una vida eterna ofreciendo sus frutos a todas las generaciones que se arrimaron a él, parecía carecer de utilidad en esta era de usar y tirar. Lucio tiene ahora 500 años y ha sobrevivido a todo desde que llegó desde Túnez en forma de rama durante el siglo XII d.C.

Deberíamos plantearnos dejar de consumir aceite de oliva para salvar el planeta, pues para producir la cantidad de este alimento que consume una persona durante una semana se necesitan aproximadamente 7.500 litros de agua, o lo que es lo mismo, 29 bañeras llenas... Impone, ¿verdad? ¿Será cierto? Pues la verdad es que no. ¿Acaso eso importa? Esta (des)información se podía leer en la página 10 del número 23 (mayo 2016) del suplemento mensual BuenaVida, la revista del bienestar que se entrega de forma gratuita junto con el diario El País un sábado al mes desde hace un par de años, y cuya tirada supera los 300.000 ejemplares. Es decir, es probable que cientos de miles de consumidores se empiecen a sentir culpables por utilizar aceite de oliva en su cocina, ya que podrían estar acabando con las reservas de agua de la Tierra.

Se podría decir que cada momento histórico ha debido de saber a algo. Es decir, una victoria tendría un sabor dulce en el paladar del conquistador, y la amargura se adueñaría de una derrota en el campo de batalla. Podemos concluir entonces que aquel momento, con esa tierra húmeda y caliente, y la mirada ausente del soldado abatido, sabría a un AOVE picual verde de cosecha temprana. Por el contrario, el instante en el que el general blande su espada, relamiéndose, y admira sus tierras recién poseídas, definitivamente sabría a un arbequino frutado maduro.

Si nuestras abuelas acudiesen a comer a El Celler de Can Roca, DiverXO o Quique Dacosta se sorprenderían leyendo la carta tanto o más que degustando la explosión de sabores que ofrecen estos restaurantes con tres estrellas Michelin. Si la alta cocina es talento, creatividad, diferenciación y experimentación, el nombre que el chef otorga a cada plato debe de estar, sin duda, a la altura. "Bacanal AndaluzaXO", "Oliva caramelizada", "Raïm de pastor encurtido"... ¿acaso tenemos que entenderlo con el oído o es el paladar el que tiene que descifrarlo?

El cambio de denominación del Departamento que dirigirá Elena Espinosa (Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino) levanta revuelo en el sector”, “Arias Cañete anuncia un Real Decreto que regulará los envases de aceite de oliva en los restaurantes”, “Descubren el mecanismo del aceite de oliva que protege del cáncer”, “Sólo el 16% de los españoles consume aceite de oliva virgen”, “Desarticulada una red que vendía aceite de girasol como si fuera de oliva”, “La Interprofesional del Aceite de Oliva ya es una realidad”... Los titulares de los medios de comunicación reflejan la evolución de nuestro mundo. Algunos denuncian, otros ponen de manifiesto y los mejores de todos celebran hechos puntuales que han logrado que, aunque sea por unos instantes, sonriamos.

Este título bien podría haber sido el de una película llamada Alimentaria. De hecho, para ser más precisos, podría haberse titulado así la trilogía de las últimas ediciones de esta feria bienal que congrega, nada más y nada menos, que a cientos de miles de visitantes la primavera de cada año par. Si fuésemos vinos, seríamos los protagonistas pero, desgraciadamente, somos tan sólo aceites de oliva. Por ello, año tras año, nos vemos relegados al fondo del pasillo, donde suelen situarse los aseos y la salida de emergencia, como un producto molesto que no sabes dónde ubicar en la oscura alacena.

Allí estaban, cara a cara frente a todos aquellos rígidos envases, como si se hubiesen dedicado a este trabajo durante una vida entera. Lo cierto es que, en cierto modo, así era. Probablemente se trataba de la primera vez que formaban parte de un jurado que tenía que escoger los packagings de AOVE más especiales del mundo, pero, desde luego, tenían experiencia en elegir, de eso no cabía la menor duda.

Ya están aquí los 100 Mejores Aceites de Oliva Vírgenes Extra del Mundo

España recibe muchos turistas, o lo que comunmente se conoce como guiris, al año. Es más, nuestro país recibió 68,1 millones de turistas internacionales en 2015, una cifra que supone un incremento del 4,9% respecto al ejercicio anterior y un nuevo máximo histórico para el país, según datos de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur) del Instituto Nacional de Estadística (INE). Durante este mismo año, los principales mercados emisores de los turistas llegados a España fueron Reino Unido, Francia y Alemania. Reino Unido, con 15,6 millones de turistas, un 4,5% más, se mantuvo como principal emisor de visitantes; seguido de Francia, con 11,5 millones de turistas, un 8,9% más. Alemania por su parte, aportó un 1,2% menos de visitantes, hasta los 10,2 millones.