Según el responsable del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de la federación, Cristóbal Gallego, esta circunstancia, unida a la mayor producción de aceites tempranos, está ocasionando confluencia de producto para molturación en la entrada de las almazaras, "en lugar de una llegada progresiva y escalonada como en años anteriores".
Por otra parte, Gallego ha destacado que los bajos rendimientos anunciados por la federación a finales de noviembre, por debajo del 16%, así como una producción por hectárea muy inferior a la de años anteriores, van a influir en el aforo de la Junta de Andalucía. A su juicio, y según se deduce de los datos que se van obteniendo, la producción estimada en 1.030.093 toneladas de aceite de oliva para Andalucía "será el techo".
El responsable del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de la federación ha asegurado que la campaña es tan atípica que "estamos viendo cómo los olivareros de regadío están recurriendo al agua en plena recogida para frenar el arrugado del fruto", una situación "absolutamente fuera de lo normal". Para Gallego, los olivares están sometidos a un "estrés hídrico enorme", que se está evidenciando en una mala formación de los frutos, un "bajísimo" rendimiento y una menor producción de aceite por hectárea.
Por tanto, todas estas circunstancias unidas al carácter vecero del olivo, "pueden afectar muy negativamente a la siguiente campaña, de no llegar las lluvias pronto y remediar, en parte, el daño que están sufriendo los olivos este ejercicio extremadamente seco", ha aseverado.