En esta ocasión, los miembros de la junta de la OOCC han informado de que este patógeno se ha detectado en algunas explotaciones situadas en Sacramento Delta en zonas de cultivo de la variedad arbosana y, posiblemente, de la variedad arbequina, pudiendo ser más frecuente en las zonas de cultivo más húmedas. Al parecer, según ha precisado la Comisión de Aceite de Oliva de California en su página web, esta enfermedad está relacionada con el patógeno causante de "la podredumbre de ojo de buey" en manzanas y peras. En concreto, los síntomas en el olivo incluyen defoliación, manchas en las hojas y muerte regresiva de la rama, así como lesiones en la misma.
Tras esta alerta, la OOCC ha señalado que su Comité de Investigación está intentando dar con una solución a este problema, además de recaudar fondos para investigar la identidad del patógeno y su biología, con el fin de buscar estrategias de control para esta enfermedad.
Según fuentes científicas españolas en materia de patología vegetal, podría tratarse de la lepra del olivo, una enfermedad que tradicionalmente ha afectado al fruto, si bien ahora se están observando síntomas en hojas y ramas, especialmente en la variedad arbequina, habiéndose recibido muestras con esta patología procedentes de Toledo y Portugal.