El índice, una medida de la variación mensual de los precios internacionales de una canasta de alimentos básicos, se situó en diciembre de 2017 en una media de 169,8 puntos, lo que supone un descenso del 3,3 por ciento respecto a noviembre. A pesar del retroceso a finales de año, el índice de precios de los alimentos de la FAO promedió 174,6 puntos en 2017, un 8,2 por ciento más que en 2016 y alcanzó su media anual más elevada desde 2014. El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO bajó un 5,6 por ciento respecto a noviembre, ya que los precios del aceite de palma disminuyeron en un contexto de existencias crecientes en Malasia e Indonesia. Eso a su vez lastró las cotizaciones del aceite de soja. En 2017, este subíndice fue un 3 por ciento superior al del año anterior. Evolución en enero Asimismo, el índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en enero de 2018 en un promedio de 169,5 puntos, prácticamente sin variaciones respecto de diciembre de 2017, pero casi un 3 % por debajo del mismo periodo del año pasado. Si bien en enero se registraron aumentos de los precios de los cereales y los aceites vegetales, los valores de los productos lácteos y del azúcar se debilitaron en general y las cotizaciones de la carne se mantuvieron estables, precisa la FAO.