"La reunión ha servido para definir las prioridades de acción y abordar los recursos disponibles de una manera efectiva y rápida para dar respuesta concreta a los operadores de Salento afectados por la Xylella”, ha subrayado el ministro de Políticas Agrícolas, Alimentarias, Forestales y de Turismo, Gian Marco Centinaio.
Para Centinaio, “el objetivo es reorganizar y relanzar el olivar de Puglia y, en consecuencia, el olivar italiano. Reiniciar un sector significa reiniciar su economía vinculada a la cadena de producción y la excelencia”.
Por su parte, el presidente del Consorzio Olivicolo Italiano (Unaprol), David Granieri, ha subrayado que “el desastre causado en Puglia por la Xylella, estimado en más de 1.200 millones de euros, ha provocado repercusiones muy graves incluso en las fábricas, durante años excluidas injustamente de cualquier intervención de apoyo”. Una situación que, a su juicio, “ya no es sostenible con cientos de negocios que están cerrando”.
Granieri ha apuntado que se necesitan 300 millones de euros para compensar la pérdida de ingresos y espera que el compromiso político asumido por la Ministra del Sur, Barbara Lezzi, “se mantenga con 70 millones de euros para el desguace de fábricas obsoletas”.
“El tiempo es una prioridad, perder más sería condenar a muerte a miles de explotaciones. De hecho, estos fondos son fundamentales para la supervivencia del sector y para las almazaras, casi 500 solo en Salento, que representan un elemento fundamental para el sector y para el tejido productivo y económico local, sometidos a la dura prueba de la devastación causada por la Xylella fastidiosa", ha remarcado.