Han pasado 30 años desde aquel fin de semana de diciembre de 1989, cuando en París los delegados que representaban a 15 países del mundo firmaron el Manifiesto de Slow Food en un acto que aprobaba formalmente el nacimiento de este movimiento internacional, una organización que hasta entonces había permanecido dentro de las fronteras italianas. Hoy, la bandera de Slow Food ondea en 160 países de todo el mundo y cuenta con más de un millón de socios, voluntarios y activistas.