Un informe del Instituto de Servicio para el Mercado Agrícola Alimentario (Ismea) señala que, aunque todavía es pronto para hacer previsiones fiables de la próxima campaña, existe una preocupación generalizada ante la ausencia de riego en muchas zonas olivareras del país, incluso en aquellas donde el riego de emergencia es una práctica habitual, ya que la capacidad de los embalses y el nivel de los pozos está prácticamente al límite tras varios meses sin lluvias.