Durante los últimos 10 años, el matrimonio Gates -ahora ya ex’s- se ha hecho con más de 269.000 hectáreas de tierra en las que se cultiva soja, zanahorias y patatas de forma masiva. En la actualidad, Bill y Melinda -no se conoce exactamente qué porcentaje ostentan uno y otro tras el billonario acuerdo de divorcio- son los mayores propietarios de tierra cultivable en Estados Unidos y poseen el mayor número de granjas del país, repartidas en al menos 20 Estados. Dado el activo papel -de cara a la galería- de Gates en la lucha contra el cambio climático, a los medios de comunicación estadounidenses les ha empezado a rechinar que en gran parte de estas tierras se siembren patatas que terminan vendiéndose masivamente a McDonald’s -denunciada hace dos años por la organización Zero Waste France por producir ingentes cantidades de deshechos sin contar con una política de reciclaje-, Burger King y KFC -ambas denunciadas por Greenpeace por contribuir activamente a la destrucción del Amazonas comprando productos extraídos de tierras donde la ganadería extensiva fomenta la deforestación y el monocultivo-. ¿Es ético que el 1% de los dueños de granjas en el mundo controle el 70% de las tierras cultivables del planeta? Se preguntaban los tabloides de este país recientemente. Pero es que ahora Bill ha dado un paso más con el fin de cambiar la agricultura tal y como la conocemos: quiere desarrollar alimentos a base de CO2, agua y microbios -¡ñam!-. Bajo la excusa de que “el sector agrario acumula cerca del 25% de las emisiones de dióxido de carbono mundiales”, pretende sustituir la comida por alternativas sintéticas con la misma composición y un sabor muy similar... nacidas de una probeta. Sus dos empresas Savor y C16 Biosciences están desarrollando alternativas a las grasas animales y vegetales en laboratorio gracias a un proceso que consiste en atrapar el CO2 del aire y el hidrógeno del agua, calentarlos y oxidarlos para provocar la separación de los ácidos grasos y luego la formulación de la grasa. De momento, la mantequilla y el aceite de palma son los primeros resultados comercialmente viables, pero ya están trabajando en otros productos. Veremos cuando a Gates se le ponga entre ceja y ceja sintetizar moléculas de aceituna mediante procesos químicos y biológicos sin necesidad de un olivo y crear AOVE sintético por el bien de la humanidad. Porque al parecer molturar aceitunas contamina mucho más que los 392 vuelos que realiza al año con los 4 jets privados que tiene en propiedad.