www.mercacei.com
Manuel Pimentel: 'Con el encarecimiento de los alimentos, la sociedad volverá a valorar a los profesionales que se los proporcionan'

Manuel Pimentel: "Con el encarecimiento de los alimentos, la sociedad volverá a valorar a los profesionales que se los proporcionan"

miércoles 09 de octubre de 2024, 13:00h
"La venganza del campo" es el último libro del ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales Manuel Pimentel Siles (Sevilla, 1961). Ingeniero agrónomo, licenciado y doctor en Derecho y diplomado en Alta Dirección de Empresas, además de escritor y editor, abordamos en esta entrevista con el autor las claves y contenidos de esta interesante obra que invita a la reflexión.

¿En qué consiste exactamente la venganza del campo?

Se trata de un título alegórico, provocador, pero que encierra una honda realidad. El campo europeo ha sido despreciado y perseguido por leyes y normas de una sociedad eminentemente urbana, que confiaba en alimentos de fuera mientras quería su campo para pasear. Ahora que las importaciones se encarecen, nos hemos encontrado con una agricultura encarecida en casa. Tenemos menos oferta y a precios más caros, lo que ha originado una acelerada subida de precios de los alimentos. Ésa es la venganza
del campo.

En su obra afirma que, atacado por la “indolente” clase política -de la que Vd. formó parte-, el sector primario “es pisoteado y perseguido por la misma sociedad a la que da de comer”. Explíquese…

No hablo de política en el libro, porque el fenómeno es más profundo. Se trata de sociología, de la mirada de una sociedad que se acostumbró a una alimentación muy barata y abundante, lo que le hizo olvidarse de sus agricultores. Los nuevos -y positivos- valores de sostenibilidad hicieron que esa misma sociedad comenzara a considerar a las actividades agrarias y ganaderas como enemigas del medio ambiente y maltratadoras de animales, por lo que comenzó a restringir, limitar y encarecer sus producciones, confiando en que podría comprar barato de fuera. El ciclo ha cambiado y, como no podía ser de otra forma, la cesta de la compra se encareció sensiblemente.

La crisis alimentaria está por llegar, sostiene en su libro. Dígame, ¿estamos aún a tiempo de evitarla? ¿Cómo?

La venganza del campo se expresará en forma de encarecimiento sostenido de los alimentos en los países desarrollados. Sería en los países pobres donde, desgraciadamente, podrían reaparecer crisis alimentarias que creíamos olvidadas para siempre. Podemos evitarla si nuestra mirada regresa a la producción agraria y a su importancia. En Europa precisamos de una nueva PAC que equilibre la sostenibilidad irrenunciable con el derecho de los europeos a una despensa sana, variada y a un precio razonable. Y para ello, agricultores, ganaderos y pescadores son parte de la solución, que no del problema, como hasta ahora han sido considerados.

El escenario que dibuja en su obra es descorazonador. Las gentes del campo agonizan y a casi nadie parece importarle. ¿Qué podemos hacer para revertir todo este alarmante proceso?

Para que el campo no muera y para que los jóvenes se interesen por la actividad agraria son precisos varios requerimientos. Primero, que obtengan rentabilidad, hoy casi inexistente. Segundo, que la actividad recupere prestigio, que se sientan valorados por la sociedad que hoy los desprecia. Tercero, que el mundo rural proporcione servicios adecuados. Los jóvenes quieren sentir los vientos de vanguardia en el rostro y la innovación, automatización y tecnología se los puede proporcionar. Creo que, con el encarecimiento de los alimentos, la sociedad volverá a valorar a los profesionales que se los proporcionan.

¿Qué opinión le merece la notable subida del precio del aceite de oliva y que le diría a quienes piensan que es un producto caro y que productores y envasadores están aprovechando la situación para hacer caja?

El aceite de oliva ha subido mucho por una simple cuestión de oferta y demanda. Con la sequía, hubo cosechas muy cortas y el aceite subió mucho. Ahora ya ha bajado algo porque en la primavera llovió. El precio en el otoño dependerá de la relación entre oferta y demanda. Los agricultores han obtenido más precio, pero tuvieron menos cosecha y los insumos se encarecieron en idéntica medida.

La venganza del campo

En la portada del último ensayo del ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales Manuel Pimentel Siles (Sevilla, 1961) -ingeniero agrónomo, licenciado y doctor en Derecho y diplomado en Alta Dirección de Empresas, además de escritor y editor- se puede leer la siguiente pregunta: ¿Por qué el sector primario es pisoteado y perseguido por la misma sociedad a la que da de comer? En La venganza del campo, el autor pone en negro sobre blanco la realidad de un sector básico para la subsistencia y atacado por una clase política que, para justificar su “indolente somnolencia”, responsabiliza de todos los males de la crisis alimentaria a distribuidores, agricultores, ganaderos y pescadores. “Increíble, pero cierto”, señala Pimentel, quien afirma que “la venganza del campo ya está aquí”, como lo demuestra la fuerte subida de los precios de los alimentos y la crisis alimentaria que está por llegar, cuya culpa -a ojos de los responsables políticos- recae en los distribuidores y agricultores, “tratando de justificar su ineptitud, sus propios yerros y desvaríos”.
Pero, ¿cómo se ha podido llegar a esta triste, injusta y suicida situación? ¿Cómo es posible que la sociedad desprecie a aquellos que les dan de comer? ¿Por qué los agricultores, los ganaderos y los pescadores han pasado de héroes a villanos? ¿Por qué la sociedad actual no sólo no los valora, sino que, al contrario, los considera enemigos del medio ambiente, parásitos de la PAC, “señoritos” de otros tiempos y maltratadores de animales? ¿Por qué, si los precios suben, se siguen abandonando nuestros campos? ¿Por qué ayer sobraban alimentos y hoy parecen faltar?
Estas y otras muchas cuestiones son tratadas en este breve ensayo que intenta comprender los porqués y los cómos de esta situación paradójica y contradictoria, poniendo de manifiesto el desprecio al campo y los desajustes de la globalización: cómo los agricultores y pescadores agonizan sin que a la sociedad que alimentan parezca importarle lo más mínimo; cómo la sociedad y los políticos castigan a las gentes del campo mientras les exigen alimentos abundantes, sanos y a precio de saldo. “Queremos comida buena, bonita y barata, pero sin agricultura ni agricultores; carne sin ganadería ni ganaderos; pescado sin pesca ni pescadores -lamenta Pimentel-. Protestamos por el encarecimiento de los alimentos al tiempo que prohibimos los trasvases, perseguimos a las granjas o cuestionamos los regadíos y los abonados…Y, claro, eso no funciona. Los agricultores, ganaderos y pescadores no son parte de problema, son parte de la solución. Desean trabajar en paz, con dignidad, de manera sostenible y rentable, para cumplir con su misión trascendente de proveernos de alimento. No trabajan sólo por el pan de sus hijos; lo hacen, sobre todo, por el pan de los hijos de todos los demás”. Por todo ello, el autor sostiene que “el campo se vengará, al modo bíblico, con escasez y brutal encarecimiento de los alimentos, de la sociedad que lleva décadas despreciándolo”.
Editorial Almuzara
pedidos@almuzaralibros.com
www.almuzaralibros.com