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El laboratorio Olivarum, ante la campaña oleícola 2024/25

El laboratorio Olivarum, ante la campaña oleícola 2024/25

Por Mª Dolores Peña, directora del laboratorio Olivarum

lunes 11 de noviembre de 2024, 11:35h
Comenzamos una campaña más nuestra tarea, con la confianza de que el servicio que prestamos en Olivarum sea de utilidad a los clientes que confían en nosotros y al sector en general, siempre en línea con la visión y apoyo de la Fundación Caja Rural de Jaén para beneficio del entorno socioeconómico vinculado a nuestro olivar.

Afortunadamente, las lluvias nos han acompañado en el arranque de esta nueva campaña 2024/25, en un buen momento para la cosecha, ya que favorecerá la maduración de la aceituna y la formación de aceite en el fruto, para confirmar las estimaciones de la Junta de Andalucía que espera un aforo de 1.021.000 toneladas de aceite de oliva, con un incremento de un 76,6% respecto a la campaña anterior y un 19,7% más que las últimas cinco. Jaén liderará esta subida, con una producción de 445.000 toneladas, un 116% más que en la temporada precedente.

Las lluvias no han impedido que algunos agricultores hayan adelantado la recolección de la cosecha, como viene sucediendo desde hace ya unos años, siempre pensando en alcanzar la máxima calidad en los aceites. Además, este año están animados por los precios del aceite de oliva virgen extra en el mercado, que se han mantenido altos hasta el momento.

Estas decisiones de carácter comercial se han dejado sentir en las características organolépticas de algunos de los primeros aceites obtenidos este año, que presentan un perfil un poco plano y en algunos casos con apreciables sabor y olor a madera fresca, debido a que la proporción de hueso en el fruto es todavía alta y la riqueza de aromas característica del AOVE aún no han podido desarrollarse plenamente, lo que aconseja esperar un poco más y realizar micro extracciones en el laboratorio para llevar a cabo un correcta valoración de esta circunstancia. Sin olvidar que hay que juzgar si las particularidades del aceite obtenido justifica el menor margen de riqueza grasa en la cosecha.

En los últimos años se han extremado estos cuidados por el incremento de plantaciones de nuevas variedades adaptables al cultivo intensivo y superintensivo en toda Andalucía, que hacían aconsejable un seguimiento más atento por sus diferentes ritmos de maduración.

La nueva olivicultura y la evolución de la elaiotecnia en los últimos años ha profesionalizado el sector, con una creciente demanda de datos técnicos, lo que exige, por parte de los laboratorios, un esfuerzo constante en garantizar la fiabilidad de los resultados de análisis ofrecidos, tanto en la valoración cuantitativa de la cosecha (riqueza grasa de la aceituna) para el correcto balance de materias en la almazara y para el pago justo al agricultor, así como en su valoración cualitativa (parámetros físico químicos y organolépticos del aceite obtenido), que es fundamental tanto para garantizar la buena calidad final del producto que se ofrece al consumidor como para el precio que se alcanzará el mismo en el mercado.

En nuestro laboratorio atendemos cada vez más frecuentemente a clientes interesados en la diversificación del producto, buscando producir aceites singulares que ofrezcan perfiles organolépticos únicos y que esperan además satisfacer a un nuevo tipo de consumidor que valora también la sostenibilidad del cultivo, optimizando recursos escasos como el agua, evitando el abuso de productos químicos en el olivar, mejorando la eficiencia medioambiental y respetando la biodiversidad del entorno natural olivarero.

Estas estrategias no sólo buscan reducir el impacto medioambiental sino también mejorar la viabilidad económica de los productores de aceite de oliva virgen extra mediante el cultivo tradicional, que pueden ofrecer estas características únicas en su producto, un aspecto cada vez más valorado en mercados internacionales.