Las intensas lluvias de finales de octubre provocaron podredumbres y, en algunos casos, la caída de la fruta de los árboles, con daños que podrían oscilar entre el 30% y el 70%. La situación se ha visto agravada por el temporal de esta semana, según FCAC.
En el caso del olivar, se produjo una caída de aceitunas de los árboles debido a las lluvias intensas y las ventoleras. De la misma forma que en el caso de los cítricos, este cultivo se empieza a ver afectado por la proliferación de hongos debido a las horas de hoja bañada en agua, las altas humedades relativas y las temperaturas suaves -incluso elevadas- por la época del año.
"Se agrava así la situación del olivo en las Terres de l'Ebre, que es la principal zona productora de aceite en Cataluña y donde, esta campaña, ya se preveía una bajada de producción cercana al 70%", ha lamentado la organización.
Además de daños en los frutos, el temporal también ha provocado afectaciones en los campos de cultivo con algunos frutales y olivos arrancados, inundaciones, regueros, acumulación de restos, márgenes tumbados y caminos de acceso a fincas dañadas.
Una de las zonas más afectadas es Mas de Barberans con 438 mm entre el 27 de octubre y el 14 de noviembre, mientras que la pluviometría en este municipio desde enero hasta final de agosto se situaba en 250,3 mm. En ese mismo período, en Ulldecona han caído 342 mm y Alcanar 305 mm.
La FCAC, que se encuentra a la espera de que se pueda realizar una evaluación precisa de los daños, ha reclamado que se establezcan instrumentos de apoyo a las explotaciones afectadas y sus cooperativas, teniendo en cuenta que las fuertes tormentas también han dañado cultivos en otros puntos del territorio como las comarcas de Girona, donde la afectación se ha producido principalmente en la cosecha de manzana.
Esta organización reúne 31 cooperativas agrarias en las Terres de l'Ebre, que mayoritariamente se dedican a los sectores de cítricos, olivo, arroz y hortalizas.