La adherencia a la Dieta Mediterránea, clave para la prevención de enfermedades cardiovasculares graves

El estudio, que incluyó a 3.097 participantes, ha mostrado que una Dieta Mediterránea saludable, rica en frutos secos, verduras, pescado y aceite de oliva, se asoció con una reducción significativa de las placas ateroscleróticas en las arterias. En concreto, los investigadores observaron una disminución del 3% en el número de territorios afectados por placas en aquellos participantes con mayor adherencia al patrón alimentario mediterráneo, medido mediante la escala MEDAS (Mediterranean Dieto Adherence Screener).

"Diseñamos un índice de estilo de vida saludable basado en la dieta mediterránea y el ejercicio físico para evaluar su relación con la progresión de las placas arterioscleróticas. Aunque el resultado total no mostró asociación con la progresión, al analizar los componentes por separado encontramos que el ejercicio no ofrecía una protección significativa, mientras que la adherencia a la Dieta Mediterránea sí que se relacionaba con una menor progresión de las placas arterioscleróticas", ha destacado Marina Rojo, investigadora del grupo de Endocrinología, Diabetes y Nutrición del IR Sant Pau y primera autora del artículo.

"Esta investigación subraya los beneficios de la dieta mediterránea en la salud cardiovascular, demostrando que no sólo ayuda a prevenir enfermedades, sino que puede reducir la progresión de la aterosclerosis, uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades del corazón", ha explicado el profesor de la Universidad de Lleida e investigador del grupo de investigación traslacional vascular y renal del IRBLleida, Marcelino Bermúdez.

El investigador ha añadido que "estos resultados ponen de manifiesto que promover la adherencia a la Dieta Mediterránea, además de la gestión de los factores de riesgo tradicionales como la hipertensión y el tabaquismo, podría ser una intervención eficaz para la salud pública para prevenir la aterosclerosis y reducir la carga de las enfermedades cardiovasculares en la sociedad".

Aunque la actividad física no mostró una asociación significativa con la progresión de la enfermedad aterosclerótica en este estudio, los resultados obtenidos sugieren que la Dieta Mediterránea podría jugar un papel más destacado en la protección contra la aterosclerosis. Este hallazgo refuerza la importancia de una alimentación saludable como parte fundamental de una estrategia global para la prevención cardiovascular.

El estudio también ha identificado otros factores de riesgo para el futuro desarrollo de placas de grasa en las arterias, como la edad avanzada, la hipertensión, el tabaquismo y la dislipemia. Además, los investigadores hallaron que el sexo femenino podría tener un efecto protector en la progresión de la enfermedad.