Es un placer para mí escribir este artículo en el número especial “MUJERES & AOVE: Una Visión Imprescindible”, pudiendo haberlo hecho otras muchas compañeras que ocupan puestos de responsabilidad en Oleoestepa en áreas tan importantes como laboratorios, laboral, logística, tráfico, administración o finanzas. En mi caso, y a lo largo de casi dos décadas, he tenido el privilegio de contribuir al desarrollo y fortalecimiento de los estándares de calidad y seguridad alimentaria en Oleoestepa, trabajando junto a un equipo comprometido con la excelencia. Durante este tiempo, nuestra cooperativa ha consolidado su posición como referente internacional en la producción de aceite de oliva virgen extra, apostando por la calidad en cada etapa del proceso y con un compromiso profundo con el entorno de la comarca de Estepa.
Como especialistas en AOVE, trabajamos con rigor en cada fase de la producción, desde el olivar hasta el producto envasado, asegurando que respondemos a las exigencias del mercado actual. Esta filosofía de excelencia guía cada paso del proceso.
El Sistema de Gestión Integral (SGI) implementado en nuestra planta industrial abarca tanto la mejora continua de la calidad de nuestros productos como el compromiso con la responsabilidad ambiental y social en nuestra región. El importante papel que juega en el control de calidad de la Denominación de Origen Protegida Estepa y las certificaciones internacionales IFS y BRC avalan nuestro cumplimiento de los más altos estándares de calidad y seguridad alimentaria. Este sistema estratégico define objetivos claros en cada etapa del proceso productivo, asegurando que cada botella de AOVE de Oleoestepa cumpla sobradamente con las altas expectativas de nuestros consumidores más exigentes.
Hoy en día, la demanda de prácticas responsables y trazabilidad es una realidad en los mercados internacionales más exigentes y cada vez más en España, donde los consumidores valoran tanto la transparencia como el impacto positivo en el entorno. Oleoestepa responde a esta expectativa con un modelo de producción integrada y ecológica que optimiza los recursos naturales y protege la biodiversidad en nuestros olivares. Aplicamos prácticas agrícolas avanzadas que equilibran productividad y respeto ambiental, garantizando que nuestro AOVE sea reflejo de una producción comprometida, que no sólo preserva la calidad, sino que también beneficia a quienes dependen de este cultivo en todo el territorio de olivar de nuestros socios de Oleoestepa, recordando que el cultivo de olivar sostenible puede ser rentable.
Nuestro compromiso se basa en un proceso riguroso de control sensorial y en completos análisis en nuestro laboratorio, con el objetivo de proporcionar al consumidor una experiencia inigualable. Desde 1995, Oleoestepa cuenta con un panel de cata propio, acreditado por ENAC desde 2008, que desempeña un papel fundamental en la evaluación organoléptica de cada lote de aceite producido por nuestras 19 almazaras. Este panel garantiza que nuestro producto se ajuste a los estrictos criterios definidos por nuestra Denominación de Origen Protegida, reconocidos por su alta exigencia y como ya he dicho satisfaga a los paladares más exigentes. Su labor permite resaltar los perfiles sensoriales únicos de las variedades predominantes de nuestra región, expresando fielmente las características diferenciadoras de nuestra comarca que justifican la singularidad de los AOVEs amparados por la DOP Estepa.
Cada uno de nuestros aceites refleja la esencia de nuestra tierra y el esfuerzo colectivo de un equipo en el que las mujeres desempeñan un papel fundamental en todos los ámbitos de la industria oleícola. Su contribución va más allá de la producción en roles de investigación, comercialización y liderazgo estratégico, aportando una visión transformadora y sostenible que impulsa el progreso del sector a nivel internacional.
Al elegir Oleoestepa, eliges un AOVE con un sabor inigualable, con la garantía de una calidad certificada y un compromiso inquebrantable con el futuro de nuestro entorno y nuestra comarca.
