La organización ha explicado que, aunque se espera una buena cosecha de aceituna este año en la región, "la producción a nivel internacional no será importante y el enlace de campaña es muy corto, razones por las que los precios actuales no reflejan la realidad del mercado".
El presidente de Asaja Castilla-La Mancha, José María Fresneda, ha criticado que “hace un año, cuando prácticamente no existía producción, los informativos abrían con titulares sobre los altos precios del aceite de oliva en los supermercados. Ahora, vuelve a ser noticia la caída de los precios para satisfacción de los consumidores, pero nadie se acuerda de que los únicos perjudicados están siendo los agricultores y que sus costes de producción no sólo no han bajado, sino que además se han incrementado”.
En esta línea, Fresneda ha asegurado que “en la cadena alimentaria siempre pierden los mismos, o los consumidores o los agricultores, a pesar de que tenemos una Ley de la Cadena que debe controlar y velar por el equilibrio. El sector olivarero asume unos costes de producción altísimos y muchas dificultades para encontrar mano de obra y no debe permitirse que se produzcan alteraciones de esta índole”.
La organización ha detallado que "de acuerdo con los últimos datos disponibles del sistema Poolred, el precio del virgen extra se ha hundido desde los máximos de enero de 2024 un 51%, desde 8.873 a 4.350 euros/tonelada; el del aceite de oliva virgen ha bajado un 53%, de 8.377 a 3.900 euros/tonelada y, el lampante cae hasta un 59%, de 7,967 a 3.294 euros/tonelada".
Estos desplomes, según ha insistido, “no están lo suficientemente justificados y en las próximas semanas deberíamos recuperar la normalidad, la estabilidad y unos precios mucho más razonables de los que están ahora”.