A su juicio, la implementación de buenas prácticas tras la recolección y el uso de materiales de propagación certificados son pilares fundamentales en la estrategia de control.
La RAIF ha precisado que con una atención adecuada es posible reducir significativamente las pérdidas económicas y garantizar la sostenibilidad del cultivo a largo plazo.
La infección por Pseudomonas savastanoi provoca la formación de agallas o tumores rugosos, que pueden variar en tamaño desde pocos milímetros hasta varios centímetros. Estos tumores interfieren con el transporte de agua y nutrientes, lo que conduce a un debilitamiento generalizado del árbol.
Los principales daños asociados incluyen reducción del crecimiento vegetativo debido a la interrupción del transporte vascular, disminución de la productividad en términos de cantidad y calidad de los frutos, mayor susceptibilidad a otras patologías y al estrés abiotico y pérdida de vigor en plantaciones jóvenes, afectando directamente su establecimiento.