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Aceite de oliva en Puerto Rico: oportunidades, desafíos y estrategias para acceder al mercado

Aceite de oliva en Puerto Rico: oportunidades, desafíos y estrategias para acceder al mercado

jueves 23 de enero de 2025, 12:30h
En 2023, el mercado del aceite de oliva en Puerto Rico continuó mostrando un panorama de crecimiento positivo, impulsado por un cambio en las preferencias de los consumidores y una creciente demanda de opciones más saludables y gourmet. Desde la pandemia del COVID-19, el consumo en los hogares aumentó significativamente y esta tendencia se ha ido consolidando, especialmente en un contexto de mayor conciencia sobre la salud y la calidad de los productos alimentarios, según un estudio de ICEX España Exportación e Inversiones.

En el mercado puertorriqueño, el precio continúa siendo un factor determinante en las decisiones de compra, especialmente entre los hogares de clase media-baja. No obstante, la expansión de la oferta de aceites de oliva de marcas blancas y de distribuidor, a precios más competitivos, ha brindado alternativas atractivas para los consumidores que buscan equilibrar calidad y coste. Aunque la lealtad a las marcas tradicionales sigue teniendo peso, el aumento en los precios ha alterado las dinámicas del mercado, otorgando al precio un papel más relevante en la toma de decisiones de compra.

El aceite de oliva español sigue ostentando un posicionamiento privilegiado en Puerto Rico

Según este estudio, el mercado del aceite de oliva en Puerto Rico presenta diversas oportunidades de crecimiento y expansión, impulsadas por cambios en las preferencias de los consumidores y por tendencias emergentes en la industria alimentaria. La creciente conciencia sobre los beneficios para la salud de una dieta basada en productos naturales y saludables sigue siendo una tendencia consolidada, lo que posiciona al aceite de oliva, conocido por sus propiedades beneficiosas para la salud cardiovascular y su versatilidad en la cocina, como una opción cada vez más atractiva para los consumidores que buscan alternativas más saludables. Para aprovechar plenamente esta oportunidad, considera crucial seguir divulgando los beneficios del aceite de oliva en términos de salud, educando y sensibilizando a la población puertorriqueña sobre las ventajas de su consumo regular. De esta forma, se fomenta su integración en la dieta cotidiana, permitiendo que los consumidores lo perciban como una opción accesible y habitual en su alimentación diaria.

El informe apunta que el mercado puertorriqueño ha aguantado muy bien las fuertes subidas de precios, por lo que si se produce una normalización del precio del aceite en 2025 podría suponer un fuerte aumento de las importaciones en volumen. Según datos de ICEX, el aceite de oliva español sigue ostentando un posicionamiento privilegiado en Puerto Rico y lidera, en parte, el mercado del aceite de oliva de la isla. En este sentido, las exportaciones españolas representaron en 2023 el 55,7% del volumen y un 69,1% del valor total del aceite de oliva que llega a la isla.

La concienciación del impacto sobre la salud en las generaciones jóvenes ayudará a seguir sustituyendo otros aceites por el uso de aceite de oliva en la cocina. Tanto marcas como importadores están realizando esfuerzos significativos en campañas de marketing y eventos en los que se demuestra cómo el aceite de oliva puede ser integrado en la cocina del día a día, no sólo en contextos gourmet. La visibilidad de su uso versátil y saludable es clave para aumentar su aceptación, permitiendo que los consumidores comprendan la facilidad con la que pueden incorporar este producto en sus hábitos culinarios cotidianos, más allá de su uso “gourmet”.

Innovación para captar la atención del consumidor

Además, el estudio añade que la introducción de aceites de oliva con sabores y esencias, así como la diversificación hacia aceites innovadores, responde a una creciente demanda de productos diferenciados que ofrezcan nuevas experiencias sensoriales. Este tipo de innovaciones tienen el potencial de captar la atención de aquellos consumidores interesados en explorar nuevas opciones culinarias y ampliar el atractivo del aceite de oliva hacia un público más amplio. Estas innovaciones, a su juicio, no sólo aumentan las alternativas en el mercado, sino que también fomentan la experimentación y el descubrimiento de nuevos sabores y combinaciones, lo que podría impulsar aún más el consumo de aceite de oliva.

La calidad, el origen y los procesos de producción son factores cada vez más relevantes para los consumidores

A su vez, la creciente presión de los precios ha dado lugar a un aumento en la oferta de marcas blancas y aceites de distribuidor, productos más asequibles que representan una oportunidad significativa para atraer a consumidores que priorizan el coste sin sacrificar la calidad.

Aunque el mercado de aceites de oliva en Puerto Rico es maduro, persiste un espacio para un crecimiento sostenido en el segmento Premium, especialmente en un contexto donde los consumidores valoran cada vez más la calidad y los productos gourmet. Las marcas que logren diferenciarse mediante la trazabilidad, la sostenibilidad y el origen de sus productos tienen la oportunidad de captar una porción significativa de este nicho.

"La valorización de la calidad, el origen y los procesos de producción son factores cada vez más relevantes para los consumidores, lo que crea una oportunidad para las marcas que puedan satisfacer estas expectativas con productos diferenciados y auténticos", destaca el estudio.

Para alcanzar una posición competitiva dentro del mercado del aceite de oliva en Puerto Rico, el estudio señala que las empresas deben disponer de buena información sobre el perfil del consumidor puertorriqueño y contar con una relación estrecha con un importador o distribuidor. Muchos de los canales de distribución que venden productos extranjeros prefieren, en vez de ir directamente al fabricante, comprarlos a través de un intermediario local por las facilidades de tipo operacional y financiero que ello supone: los importadores se encargan de todos los procedimientos de compra, los trámites aduaneros, los volúmenes de compra son mayores y su conocimiento y experiencia es mayor.

A su vez la mayor parte de las empresas importadoras tienen contratos en exclusiva con las firmas proveedoras, por lo que la posibilidad de que las cadenas de supermercados compren directamente al proveedor extranjero queda descartada, a no ser que se trate de comercializar su propia marca blanca.