En este artículo de opinión, Cristóbal Sánchez, Area Sales Manager de GEA Westfalia Separator Ibérica, reflexiona acerca del fenómeno de las freidoras de aire y denuncia que las modas actuales y los nuevos hábitos de consumo en los hogares -donde destaca la utilización de este electrodoméstico- están contribuyendo a reducir el uso del aceite de oliva virgen extra en la fritura, a pesar de ser la mejor opción para cocinar y freir.
En los años 90 había dos tipos de familias: las que tenían sobre la encimera de la cocina una freidora y las que seguían friendo con el perol de toda la vida. Ahora esa freidora se ha convertido en una Air Fryer. No es que la freidora se haya “anglosajonizado”, como casi todo en estos tiempos, sino que se trata de un nuevo pequeño electrodoméstico que fríe, asa, hornea y cuece con una corriente de aire caliente a alta velocidad.
Por definición, una Air Fryer -también conocida como “freidora de aire” o “freidora sin aceite”- es un pequeño horno de convección domestico diseñado para simular la fritura profunda sin sumergir la comida en aceite.
Este utensilio de cocina es líder de ventas dentro del segmento de pequeños aparatos electrodomésticos
Este artilugio se lo debemos a Fred van der Weij, que en 2005 desarrolló la idea de tener resultados parecidos a la fritura con una corriente caliente de aire sin necesidad de sumergir los alimentos en aceite. La primera freidora de aire inspirada en la idea de Fred fue presentada en el mercado por Philips en 2010. Sin embargo, el aparato no tuvo éxito hasta que Emeril Lagasse y Gordon Ramsay (para quienes no les conozcan son la versión original de Chicote en EEUU y Reino Unido) empezaron a publicitarla. A partir de ahí las ventas se dispararon. Si lo dice alguien con estrella y, además, es cocinero…
¿Recuerdan últimamente ver alguna receta en redes sociales con una sartén y una espumadera? Si la categoría “Recetas/Cocina” se sitúa en el el séptimo puesto en el ranking de contenidos en Tik Tok -plataforma digital con 1.000 millones de usuarios-, sin duda las recetas con Air Fryer se encuentran en el número uno de la categoría.
Con argumentos como la salud, el ahorro de tiempo o energía, a través de videorecetas de chefs estrellados, foodies de redes o exmodelos de pasarela, sus progenitores han conseguido que la "freidora de aire" o "freidora sin aceite" sea el dispositivo de moda. Tanto es así, que este utensilio de cocina es líder de ventas dentro del segmento de Pequeños Aparatos Electrodomésticos (PAE). En España se vendieron más de 1.660.000 unidades entre junio de 2023 y junio de 2024, según fuentes de la Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos (FECE).
Este artefacto se ha afianzado tanto a las cocinas que, según el “Informe de Consumo Alimentario en España 2023” publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) en su apartado de “Usos, hábitos y tendencias del consumo de alimentos y bebidas” y que analiza los distintos modos de preparación de los alimentos en los hogares españoles, la "freidora de aire" ya representa el 3%, casi igualando al microondas con el 3,4%.
Por definición, freír es hacer que un alimento crudo llegue a estar en disposición de poderse comer, teniéndolo el tiempo necesario en aceite o grasa hirviendo. Sin embargo, en la Dieta Mediterránea la definición de freír un alimento siempre ha tenido una dimensión más amplia y compleja. Con la combinación de aceite, temperatura y tiempo se trata de influir positivamente en el sabor, la textura, el aroma y la calidad nutricional del alimento en cuestión. El tiempo dependerá del alimento, la temperatura no deberá superar los 160 ºC y el aceite… ¿Cuál es el aceite más adecuado para freír?
El uso de la Air Fryer casi iguala ya al del microondas
Todos tenemos claro que el aceite de oliva virgen extra en crudo es la mejor grasa por sus beneficios para nuestra salud. Sin embargo, siempre han existido algunos mitos que señalaban que no era el más adecuado para cocinar. Gracias al trabajo de investigación que lidera Rosa María Lamuela Raventós, catedrática y científica del Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn) y del Instituto de Investigación en Nutrición y Seguridad Alimentaria de la Universidad de Barcelona (INSA-UB), se puede afirmar que el AOVE es la mejor opción para cocinar e incluso freír, ya que gracias al alto contenido de antioxidantes naturales que contine el virgen extra el grado de oxidación es menor.
La propia investigadora indica que “cualquier proceso de cocina en el que se utiliza calor es un proceso de oxidación, de hidrólisis, es decir, es un exceso de degradación, y el mejor aceite que atenúa estos procesos es el aceite de oliva virgen extra". Lástima que ningún influencer culinario se haya hecho eco de estos resultados.
Y es que, en el país donde más aceite de oliva virgen extra se produce del mundo, en la sociedad del sándwich mixto y la generación de las apariencias, cuando la artificial inteligencia lidera los hábitos: los huevos fritos son a la plancha, las patatas se fríen con aire y la fritura se simula.
