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Microalgas y economía circular para la mejora del rendimiento en cultivos como el olivo

Microalgas y economía circular para la mejora del rendimiento en cultivos como el olivo

viernes 28 de febrero de 2025, 12:30h
La Factoría Cruzcampo acogió el pasado 25 de febrero la celebración de la Jornada sobre Innovación y Bioeconomía Circular en la Agricultura, un evento que reunió a investigadores, empresarios y agricultores para debatir sobre el futuro del sector agrario. Organizada por Asaja-Sevilla con la colaboración de diversas instituciones, la jornada destacó especialmente por la presentación de los resultados del proyecto MECA (Microalgas y economía circular para la mejora de la productividad agrícola), una iniciativa pionera en el uso de microalgas como biofertilizantes y bioestimulantes sostenibles.

El evento comenzó con la bienvenida de María Morales, presidenta de Asaja-Sevilla, quien subrayó la importancia de adoptar modelos agrícolas sostenibles ante los desafíos climáticos y económicos actuales.

Le siguió Sagrario Sáez, directora de Sostenibilidad de Heineken España, quien explicó cómo la industria cervecera también está comprometida con la bioeconomía circular y la reducción de la huella de carbono en su cadena de producción.

A continuación, Mar Cátedra, de la secretaría general de Agricultura de Andalucía, ofreció una visión panorámica de la Estrategia Andaluza de Bioeconomía Circular, resaltando la necesidad de transformar los residuos agrícolas en recursos valiosos para el sector. En este contexto, el proyecto MECA se erigió como un ejemplo tangible de esta transformación, mostrando que la innovación aplicada al campo puede generar grandes beneficios económicos y medioambientales.

Proyecto MECA: microalgas al servicio del campo

Por su parte, Manuel Antonio González del Valle y Julio Frías, responsables de la start-up G2G algae Solutions y responsables del proyecto MECA, explicaron en detalle cómo el uso de microalgas está revolucionando la agricultura. Según Frías, las microalgas tienen una capacidad de fijación de CO2 diez veces superior a la de cualquier planta, lo que las convierte en una herramienta clave en la lucha contra el cambio climático.

El sistema desarrollado en MECA permite utilizar aguas residuales agroindustriales para cultivar microalgas, que luego se emplean como biofertilizantes y biorremediadores de suelos. Entre sus resultados destaca la reducción del uso de abonos nitrogenados en un 14% en cultivos como el olivar y los cítricos; el aumento del rendimiento agrícola en un 16% en cítricos y un 14% en olivar; y la mejora en la calidad del suelo, aumentando su microbiota y estructura.

“El objetivo es lograr una agricultura más sostenible sin comprometer la productividad”, afirmó Frías, al tiempo que subrayó que “hemos demostrado que es posible reducir fertilizantes químicos y reutilizar aguas residuales sin afectar la rentabilidad del agricultor”.

Aportaciones científicas y experiencias en campo

El seminario continuó con la ponencia de Rafael Guillén, investigador del Instituto de la Grasa (CSIC), quien explicó el papel de los fitoquímicos y extractos vegetales en la mejora de la resistencia de los cultivos frente a plagas y enfermedades. Su intervención complementó los avances de MECA, evidenciando que la combinación de tecnologías naturales puede ser clave para la transición hacia una agricultura regenerativa.

Por su parte, el investigador del Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis del CSIC Vicente Mariscal presentó su trabajo sobre biofertilizantes a base de cianobacterias, en el que se está trabajando en el proyecto Binostoc, con el que también colabora Asaja-Sevilla. Mariscal destacó que la biofertilización no solo mejora el rendimiento de los cultivos, sino que también contribuye a la recuperación de suelos degradados.

Conclusiones y futuro del proyecto MECA

Según informó Asaja-Sevilla, el evento concluyó con una reflexión conjunta sobre el futuro del proyecto MECA y su escalabilidad en el sector agrario. Los ponentes coincidieron en que es fundamental seguir apostando por la innovación y la transferencia tecnológica para que estas soluciones lleguen a más agricultores y se integren en las políticas agrarias de sostenibilidad.

Con un sector en constante evolución y la urgencia de mitigar los efectos del cambio climático, iniciativas como MECA representan "una esperanza real para la agricultura del futuro". Según resumió Julio Frías, “estamos sembrando el camino hacia una agricultura más verde, más eficiente y más resiliente”.

El proyecto MECA es uno de los 37 proyectos piloto beneficiarios de las ayudas al funcionamiento de los Grupos operativos de la Asociación Europea para la Innovación (AEI) en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas. En concreto, ha estado liderado por Asaja-Sevilla y ha contado con la participación de Grow to Grow Algae Solutions, el Instituto de la Grasa (IG-CSIC), CRESCASA, Heineken España, la Universidad Pablo de Olavide y Asaja-Andalucía.