El estudio incluyó a 924 hombres y mujeres de entre 55 y 75 años con sobrepeso u obesidad y síndrome metabólico a los que durante tres años se hizo un seguimiento desde cuatro centros de investigación de España. Les asignaron aleatoriamente a dos grupos: el primero seguía una Dieta Mediterránea baja en calorías, combinada con actividad física. El segundo siguió una Dieta Mediterránea sin restricciones calóricas ni recomendación de actividad física específica. A los participantes de ambos grupos se les practicaron densitometrías óseas seriadas para evaluar la densidad mineral de sus huesos en distintas zonas del cuerpo.
Los resultados mostraron que las mujeres del primer grupo preservaron mejor la densidad mineral ósea en la columna lumbar, junto a una pérdida de peso moderada después de los tres años de seguimiento, frente al segundo grupo. "Este tipo de intervenciones de estilo de vida basadas en la reducción de peso moderada a través de una Dieta Mediterránea hipocalórica y el ejercicio físico puede ser una estrategia útil para evitar la pérdida de salud ósea relacionada con la pérdida de peso y el envejecimiento", ha afirmado Héctor Vázquez-Lorente, investigador del Departamento de Bioquímica y investigador del Departamento de Bioquímica.
El deterioro de los huesos durante el envejecimiento es uno de los principales problemas de salud pública de la sociedad. "Este estudio pone de manifiesto que «es posible mitigar este proceso ofreciendo una estrategia eficaz para promover un envejecimiento más saludables, especialmente en mujeres mayores", ha señalado Jordi Salas-Salvadó, catedrático de Nutrición de la URV e investigador principal del estudio.
La pérdida de densidad mineral ósea es un factor clave en el desarrollo de la osteoporosis, sobre todo en mujeres post menopáusicas, aumentando el riesgo de fracturas, reduciendo la calidad de vida e incrementando la morbilidad y la mortalidad. "La relación entre pérdida de peso y salud ósea es una preocupación constante en la investigación clínica. Nuestros resultados nos dicen que no todas las estrategias de reducción de peso afectan negativamente a la densidad de los huesos", ha precisado Jesús F. García Gavilán, coautor principal del estudio.
La investigación forma parte del proyecto PREDIMED-Plus, un ensayo clínico multicéntrico pionero que evalúa el impacto de una intervención de estilo de vida en la prevención de enfermedades cardiovasculares y la pérdida de peso en los adultos mayores. Ha contado con la participación y soporte de diferentes instituciones como el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV), el Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) del Instituto de Salud Carlos III.