Durante la conferencia, el Gobierno de Túnez subrayó su compromiso de promover el diálogo con la industria privada para construir un sector del aceite de oliva más competitivo y sostenible, según ha informado la FAO en su página web. "El aceite de oliva es vital para la economía de nuestra nación y el sector privado tiene un papel importante que desempeñar, particularmente en las discusiones políticas que moldearán el futuro de nuestra industria", destacó Chokri Bayoudh, director general de la Oficina del Aceite de Oliva de Túnez. Para facilitar un mayor diálogo público-privado, la FAO y el BERD han apoyado desde septiembre de 2015 un grupo de trabajo entre oleicultores tunecinos, procesadores de aceite de oliva, exportadores, funcionarios gubernamentales y representantes sindicales. El objetivo de este grupo de trabajo es hacer propuestas concretas para fortalecer la organización del sector, incluyendo una mejor infraestructura y sistemas de información de mercado, así como de acceso al crédito, en particular para los pequeños y medianos productores. Según precisó la FAO, Túnez exporta en la actualidad la mayor parte de su aceite de oliva a granel, aunque la proporción de aceites envasados está en aumento. En su opinión, el hecho de avanzar hacia productos de mayor valor añadido, incluyendo una mayor proporción de aceite de oliva virgen extra a granel, más aceites envasados, aceites de oliva orgánicos y etiquetas basadas en el origen, además de mejorar la calidad de los aceites mediante la trazabilidad y la certificación, podría permitir al país aprovechar nuevos mercados a nivel nacional y en el extranjero. "Existe mucho potencial en Túnez. Estábamos definitivamente inspirados en el modelo que vimos en Italia el año pasado, especialmente en lo bien coordinados que están los actores del aceite de oliva a lo largo de la cadena de valor y cómo las compañías, pequeñas y grandes, promocionan con éxito sus aceites de alta calidad en todo el mundo", subrayó Raouf Ellouze, de la Cámara Nacional de Olivicultores. Por su parte, Iride Ceccacci, economista del EBRD, señaló que ayudar al Gobierno de Túnez en la elaboración de su estrategia a largo plazo en el sector del aceite de oliva permitirá "orientar mejor nuestras inversiones hacia este sector y también apoyar a los pequeños productores para que se desarrollen y crezcan". La FAO remarcó que la cooperación y la comunicación son las piedras angulares del grupo de trabajo y los elementos esenciales para una industria del aceite de oliva "sana y competitiva". En este sentido, según precisó este organismo, el Gobierno de Túnez acogió con satisfacción las aportaciones del grupo de trabajo, así como este proceso de diálogo abierto y constructivo sobre la mejor manera de aprovechar el potencial del sector. El próximo paso se centrará en formular propuestas sobre cómo crear una interprofesional que funcione bien y presente sus conclusiones al Gobierno tunecino antes de final de año. La FAO y el EBRD aseguraron que seguirán apoyando a este sector en el marco de una iniciativa regional más amplia puesta en marcha por ambos organismos para mejorar las normas de calidad de los alimentos y la eficiencia en Túnez y Marruecos. "El consenso de la industria a través del diálogo público-privado, el aumento de la productividad y los estándares de calidad, así como la apertura de nuevas oportunidades de mercado impulsarán a la industria de aceite de oliva de Túnez en beneficio de todos", concluyó Lisa Paglietti, economista de la FAO.