Respecto a la información analizada destaca que la superficie de olivar continúa en crecimiento, alcanzando en 2015 las 1.567.375 hectáreas de superficie, de las que el 92% están destinadas a la producción de aceite, un 4,5% presenta plantaciones con doble aptitud mesa/aceite dependiendo del desarrollo de la campaña y diversos factores como los precios percibidos, el desarrollo del fruto en cuanto a tamaño, humedad, etc., y un 3,5% corresponde a olivar cuya producción se destina a mesa.
El régimen hídrico predominante es secano, en un 62,6% de ellas (980.666 ha. en secano frente a 586.707 ha. en regadío), aunque particularmente en el tramo de edad entre 5 y 11 años el regadío es más frecuente. En las plantaciones regadas el tipo de riego más empleado es el localizado (goteo), en un 95,5% de los casos.
En cuanto al estado productivo de las plantaciones, un 94% de la mismas se encuentran en producción, pero conviene tener en cuenta, según este informe, que existen 51.533 hectáreas de primer año o jóvenes (que no producen o cuya producción no se comercializa).
La Esyrce también analiza edad y densidad de las plantaciones y en este aspecto destaca que más de la mitad, un 52,5% de los olivares tienen 50 o más años, mientras que la densidad de plantación más frecuente se sitúa entre 100 y 200 árboles por hectárea.
Respecto al mantenimiento del suelo, un 40% de las plantaciones mantienen una cubierta vegetal espontánea controlada y un 35% reciben un laboreo mínimo.
Por último, al analizar la asociación del olivar con otros cultivos se evidencia que un 81% del olivar asociado lo es con almendro.