En concreto, este país cuenta con 33.000 habitantes, de los cuales, más de 600 agricultores se dedican a este ancestral cultivo.
Asimismo, el volumen de negocio estimado de su sector oleícola es de 1.274.000 euros y produce alrededor de 700 toneladas de fruto, transformado en 90 toneladas de aceite de oliva virgen extra, obteniendo por tanto un rendimiento graso medio del 13%.
En este singular país, según este boletín, existe una única almazara, encargada de molturar todo el fruto producido. Además, no cuenta con tradición en aceituna de mesa, por lo que no tiene ninguna entamadora profesional. Tampoco dispone de industria de tratamiento del orujo, ni refinerías.
El consumo per cápita de los sanmarinenses es equiparable a sus vecinos italianos, situado en 9,9 kg. por persona y año, lo que supone una demanda media total de 300 toneladas de aceite, siendo su déficit de 210 toneladas que adquiere mayoritariamente de Italia.
Según esta información, las variedades que se encuentran en San Marino son frantoio y leccino; y como variedades autóctonas correggiola, sursina, brugnola y capolga.