Las consecuencias del cambio climático afectan cada vez más a la agricultura europea. Desde condiciones climáticas extremas hasta cambios en la estacionalidad y la variabilidad tienen un impacto significativo en la producción, posiblemente disminuyendo la calidad del producto o reduciendo en gran medida los suministros. En el futuro, estos efectos solo se intensificarán, desafiando constantemente al sector agroalimentario, según ha destacado la Comisión Europea (CE) en un comunicado.