Un encuentro internacional analiza en Italia el futuro de las DOPs e IGPs

En este evento, organizado por la Fundación Qualivita con la colaboración de diferentes Consejos Reguladores italianos, se puso de manifiesto la importancia creciente de los sectores agroalimentarios, especialmente de aquellos que defienden, protegen y promueven los productos tradicionales, según recoge el último boletín de noticias del exterior del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) .

En la jornada -en la que estuvo presente el consejero de Agricultura de España en Italia, Carlos Cabanas- participaron el ministro de Agricultura italiano, Gian Marco Centinaio, y el vicepresidente del Parlamento europeo, Paolo De Castro.

En su intervención, Centinaio puso en valor que Italia es el líder mundial en indicaciones geográficas, con rentas por encima de los 15.000 millones de euros, pero subrayó la necesidad de desarrollar un mejor sistema de control que permita proteger a los productos de calidad certificada de los fraudes y falsificaciones que existen, apostando por reforzar los acuerdos internacionales en esta materia.

Por su parte, el De Castro indicó que el desarrollo de las indicaciones geográficas pasa por simplificar los procedimientos e incorporar los certificados de calidad en los acuerdos internacionales. También aseguró que conviene establecer dos niveles diferentes en función de la relevancia comercial de la IGP (nivel nacional o europeo). Durante las sesiones técnicas se trabajó sobre varios puntos fundamentales en el futuro de estos sellos de calidad, con más de 50 ponentes.

En ese sentido, se apostó por un nuevo pacto con los consumidores y las comunidades locales que permita definir garantías específicas que diferencien un producto de otro, y que ponga en valor la calidad de los mismos; así como por la gobernanza y economía del territorio que ponga en valor el potencial económico y garantice los productos de calidad.

En el marco de la futura Política Agraria Común (PAC), se abogó por aprovechar la oportunidad de diseñar una política nacional que apueste por la calidad, y que incorporen estos distintivos de manera proactiva en la elaboración de los Planes Estratégicos Nacionales; y por acuerdos internacionales que reconozcan a las DOPs e IGPS como elementos diferenciadores en la defensa y protección de las producciones agroalimentarias de calidad.

Además, se defendió la sostenibilidad como elemento trasversal de todas las producciones de calidad, concebida en su amplio sentido: económico, social y medioambiental.