La competitividad y el reconocimiento son los dos pilares sobre los que girará la estrategia de Túnez en el sector del aceite de oliva. Así, todas las actividades del proyecto se desarrollarán en torno a estos dos pilares y ayudarán a la industria oleícola tunecina a proporcionar productos competitivos y diferenciados para sus mercados objetivo, según ha explicado a Mercacei, Lisa Paglietti, economista del Servicio de África del Centro de Inversiones de la FAO.
El proyecto se centrará en mejorar la calidad a través de prácticas mejoradas de producción y post-cosecha y garantizar que los productores puedan acceder y desarrollar mercados de mayor valor añadido. En concreto, según Paglietti, prevé garantizar que los productores de pequeñas y medianas empresas puedan mejorar los estándares de calidad del aceite, la certificación y los vínculos a lo largo de la cadena de valor.
En este sentido, se prestará especial atención a ayudar a estas empresas a satisfacer las demandas del mercado, mejorar el acceso a la financiación y la inversión, adoptando las herramientas y los métodos más innovadores, como la trazabilidad, los productos orgánicos y las mejores prácticas para los paneles de evaluación.