La EFSA ha actualizado su evaluación de los riesgos planteados por la Xylella fastidiosa para las plantas y los cultivos en la Unión Europea, proporcionando nuevos conocimientos y conclusiones sobre el control de los brotes existentes de esta plaga y la prevención de una mayor propagación en el territorio comunitario. El Panel de Sanidad Vegetal (PLH, por sus siglas en inglés) de la EFSA utilizó modelos por ordenador para simular la forma en que la Xylella fastidiosa se propaga a través de distancias cortas y largas en diferentes condiciones. El modelo mostró la importancia de implementar medidas de control, como las especificadas por la Comisión Europea, para evitar una mayor propagación e incluso erradicar los brotes. Además, ilustró la efectividad relativa de usar zonas de amortiguamiento de diferentes tamaños para controlar un área infectada. Las simulaciones también demostraron la importancia de controlar los insectos que se sabe que transmiten el patógeno en Europa, como el Spittlebug Philaenus spumarius, y minimizar el retraso entre la detección y la implementación de medidas de control como la eliminación de plantas infectadas y el establecimiento de áreas demarcadas. ¿Existe una cura? La evaluación confirma, según este organismo, que todavía no hay una forma conocida de eliminar la bacteria de una planta enferma en condiciones sobre el terreno. La efectividad de las medidas de control químico y biológico ha sido evaluada en experimentos recientes y los resultados muestran que pueden reducir temporalmente la gravedad de la enfermedad en algunas situaciones, pero no hay evidencia de que puedan eliminar la bacteria en condiciones sobre el terreno durante un largo período de tiempo. Países en riesgo Las simulaciones por ordenador mostraron que aunque la mayor parte del territorio de la UE tiene tipos de clima bajo los cuales se sabe que el patógeno ocurre en otras partes del mundo, las áreas con mayor riesgo se encuentran en el sur de Europa. Sin embargo, el modelo mostró cierta variación a esta regla general según las subespecies involucradas. Por ejemplo, sugirió que la Xylella fastidiosa subsp. múltiplex tenía un mayor potencial para establecerse en el norte de Europa que otras subespecies. Para la EFSA, la información sobre este riesgo será valiosa para establecer programas de vigilancia y detección en los diferentes Estados Miembros. Una plaga escondida Asimismo, la evaluación contiene una sección clave sobre las variaciones en el período asintomático, el tiempo desde la infección hasta la expresión de los síntomas, de plantas que pueden actuar como hospedadores de la Xylella fastidiosa. El análisis de datos revelaron diferencias significativas en el período asintomático para diferentes combinaciones de huésped y subespecie. Esta información ayudará en el diseño de programas de vigilancia personalizados y ayudará a los administradores de riesgos a decidir cuándo es seguro finalizar la demarcación de un área de brote. Investigación futura El presidente del grupo de trabajo de la Xylella fastidiosa en el Panel de Sanidad Vegetal de la EFSA, Stephen Parnell, ha destacado que “las simulaciones por ordenador son el núcleo de esta opinión científica. Los modelos que hemos desarrollado son fuertes y, lo que es más importante, flexibles, por lo que pueden adaptarse para explorar una amplia gama de escenarios diferentes y apoyar la planificación de emergencias". “Desde que se publicó nuestra última opinión en 2015, se ha obtenido una gran cantidad de información, en gran parte generada por proyectos financiados por la UE, como POnTE y XF-Actors. Nuestra comprensión de esta peligrosa plaga avanza gracias a estas iniciativas, aunque sigue habiendo mucha incertidumbre, particularmente a nivel de subespecie y tipo de secuencia. Es vital que sigamos invirtiendo en investigación que nos ayude a controlar no solo los brotes, sino también a anticiparlos", ha remarcado. Cabe recordar que la Xylella fastidiosa se detectó por primera vez en Europa en 2013, cuando comenzó un brote en Apulia, sur de Italia. Desde entonces se ha registrado en Francia (Córcega y Provenza-Alpes-Costa Azul), España (Baleares, Valencia y Madrid), Italia central (Toscana) y Portugal (Oporto).