En cuanto al olivar de secano, la organización agraria ha precisado que la falta de precipitaciones está marcando negativamente su evolución en toda la región, con gran preocupación en las comarcas olivareras. Según ha señalado, las escasas lluvias del mes de abril, engañaron un poco al olivo, que tuvo una buena floración inicial, si bien en cuanto la humedad del suelo se disipó, gran parte de esas flores abortaron debido al estrés hídrico. Posteriormente, UPA-Andalucía ha indicado que muchos de los frutos que han estado brotando no han llegado a cuajar y las aceitunas que prosperan lo hacen a ritmo irregular. Por tanto, "aunque a estas alturas sería imprudente dar estimaciones o porcentajes, todo apunta a que la próxima campaña tendrá una producción media-baja, con un rendimiento graso menor, aplicable también a la campaña de aceituna de mesa", ha añadido. En cuanto al olivar de riego, cree que se está manteniendo y marcando una previsión de cosecha más o menos regular. En Jaén, especialmente, la situación está controlada gracias a los riegos extraordinarios, por lo que "en este momento no se prevén pérdidas significativas en este sistema de cultivo".