La decisión de autorizar el almacenamiento privado de aceite de oliva busca reducir el actual desequilibrio entre la oferta y la demanda en este sector, y atenuar la difícil situación que viven los mercados ante una situación de precios bajos, como consecuencia de la acumulación de existencias tras una cosecha récord y las incertidumbres del comercio exterior, según ha recordado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) en un comunicado.
Según establece el reglamento de la Comisión, publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea del pasado 11 de noviembre, las empresas podrán presentar una única solicitud por periodo, para una determinada cantidad y precio, en cada una de las categorías de aceite de oliva virgen extra, aceite de oliva virgen, y aceite de oliva lampante.
El MAPA ha valorado la inclusión de esta última categoría de aceite, que no se había tenido en cuenta en los últimos almacenamientos, lo que facilitará la presentación de ofertas para aceites de oliva de la anterior campaña de comercialización y demuestra la sensibilidad de la Comisión hacia la situación del sector.
El reglamento fija una cantidad mínima por oferta de 50 toneladas, pero no establece una cantidad máxima de almacenamiento, con el fin de dotar al sistema de la máxima flexibilidad y efectividad.
También se ha establecido un periodo de almacenamiento de 180 días, en los que el aceite no se podrá comercializar, para que se produzca un efecto real en el equilibrio entre la oferta y la demanda.
Podrán presentar estas ayudas al almacenamiento privado España, Italia, Grecia, Portugal, Francia, Chipre, Malta, Croacia y Eslovenia. Según el MAPA, es previsible que España realice el mayor número de solicitudes, al concentrar la práctica totalidad de las existencias de aceite de oliva en la UE.