Bangladesh debuta en la producción de aceite de oliva

Bangladesh es un país ubicado en el sur de Asia. Su territorio se encuentra rodeado casi por completo por India, a excepción de una pequeña franja al sureste donde limita con Birmania. Geográficamente, se sitúa en el terreno más fértil del delta del Ganges y se independizo de Pakistán en 1971.

Juan Vilar Consultores Estratégicos ha precisado que tiene una superficie de 148.000 kilómetros cuadrados, donde residen 167 millones de habitantes; siendo la sobrepoblación, la pobreza generalizada, el desigual reparto de las tierras y el peligro creciente de una crisis hidrológica provocada por el cambio climático sus principales amenazas. El clima está marcado por anocheceres rápidos, elevadas temperaturas, alta humedad y lluvias habituales.

El olivo llegó a Bangladesh a principios del siglo XX procedente de Egipto y las variedades principales que se cultivan son mereky, melouky y koroneiki, todas de doble aptitud, para aceituna de mesa y elaboración de aceite de oliva.

En total existen unas 400 hectáreas de olivar diseminadas por todo el país, pero de forma fundamental en las zonas de Barind Región de Rajshahi, al noreste del país con un clima tropical atenuado por los ríos Ganges y Brahmaputra, además de por los Mahananda y Karatoya, creando un entorno no muy adecuado por el exceso de humedad para el olivo lo que le ocasiona grandes problemas de repilo, si bien esto no impide el cultivo del árbol milenario en este país.

Asimismo, cuenta con un centro de investigación que da soporte a la promoción científica del cultivo. Se trata del Centro de Estudios de Frutales de Rajshahi, donde Alim Uddin, es su principal responsable de investigación.

El modo de cultivo es tradicional en secano, ya que el clima no hace necesaria la irrigación; el marqueo suele ser de 10 por 10 y cuenta con cinco pequeñas almazaras donde se procesa el fruto.

A su vez, la recolección comienza a finales de noviembre y los rendimientos medios en contenido de aceite son del orden del 17%. También existen olivos ancestrales, acebuches, de los que se extrae su aceite en los bosques de las regiones de Chittagong y Sylhet al noroeste y suroeste del país, respectivamente.

Finalmente, el consumo de aceite de oliva en el país es muy bajo (100 gramos por persona y año), ya que el nivel de pobreza es elevado y no existe una tradición generalizada ni ancestral por el producto, aunque toda la producción se consume de forma interna y, además, se importa aceite de España principalmente.

En cuanto al precio de la aceituna suele llegar a los 60 o 70 takas bangladesís, es decir ,unos 0,6-0,7 euros por kg., mientras que el aceite llega a cotizaciones en el supermercado de 45 takas, es decir, unos 5 euros. Aunque se importan marcas fundamentalmente españolas e italianas, Bangladesh cuenta con sus propias compañías que distribuyen aceite de oliva y aceite de oliva virgen y virgen extra con etiqueta local, siendo las más conocidas Olivoilà , Napolina , Olitalia , Lucy y Bragg , todas ellas locales, lo que, según Juan Vilar Consultores Estratégicos, está haciendo crecer el interés por el producto y la tradición en su consumo.