A través de este proyecto -financiado por los Fondos FEDER-, se desarrollarán nuevos procesos de biorrefinería para la transformación sostenible del alpeorujo en compuestos de mayor valor añadido como microfibras y nanofibras de celulosa, compuestos bioactivos para la elaboración de cosméticos y fertilizantes o biomasa vegetal rica en proteína, valorizando este subproducto de manera que su gestión sea óptima, rentable y sostenible. Esta apuesta por la revalorización de subproductos procedentes de la extracción del aceite de oliva supone un gran avance hacia la optimización de recursos para una empresa de base familiar que acumula una experiencia de más de siglo y medio en el sector de la producción, envasado y comercialización de aceite de oliva, según ha destacado AINIA en su página web. De esta forma, la compañía lidera esta iniciativa que tiene como objetivo aplicar el modelo de biorrefinería a instalaciones existentes, como las orujeras, ampliando su alcance y permitiendo de este modo, mejorar su viabilidad técnico-económica y ambiental. Además de encontrar sinergias entre los nuevos procesos de biorrefinería y las tecnologías de procesado disponibles para obtener un amplio espectro de nuevos bioproductos y bioenergía. La obtención de compuestos bioactivos a partir de subproductos procedentes de la extracción del aceite de oliva y la producción de las micro/nanofibras de celulosa son algunas de las principales líneas de trabajo de Acesur en este proyecto. Para ello, contará con la experiencia de AINIA en los procesos de CO2 a presión para la recuperación/concentración de los compuestos bioactivos del alpeorujo, entre otros ámbitos. Según ha explicado Fátima Vargas, del Departamento de biotecnología de AINIA, “se trata de una iniciativa pionera en España en la que tenemos como objetivo aplicar el modelo de biorrefinería a instalaciones existentes, como las orujeras, ampliando su alcance y permitiendo de este modo, mejorar su viabilidad técnico-económica y ambiental. Además, podemos encontrar sinergias entre los nuevos procesos de biorrefinería y las tecnologías de procesado disponibles para obtener un amplio espectro de nuevos bioproductos y bioenergía” “Las biorrefinerías a pequeña escala en el ámbito rural son un instrumento clave de la nueva bioeconomía impulsada desde la UE para optimizar los recursos biomásicos”, ha añadido Fátima Vargas. Para el desarrollo del proyecto ALPEOCEL se ha creado un consorcio de empresas especialistas en distintas áreas: Acesur, coordinador del proyecto; Herogra Fertlizantes, especialista en fabricación y distribución de fertilizantes líquidos, sólidos y especiales; Agroisa, empresa especializada en la maquinaria oleícola; y el Instituto de Investigación Biotecnológica, Farmacéutica y Medicamentos Huérfanos (Inves Biofarm), especialista en I+D+i, fabricación de medicamentos y de otros productos propios. Además, este consorcio cuenta con el apoyo técnico de la Universidad de Oporto y de AINIA.