En un comunicado, la entidad ha asegurado que "carece de sentido prescindir de un tipo de envase que goza de numerosas ventajas frente al vidrio, el metal o la cerámica". De hecho, "el PET, el material plástico más utilizado en el envasado de AOVE, es totalmente seguro y mucho más económico que otras alternativas. Se trata de un material seguro, inerte y libre de Bisfenol A, que protege al virgen extra de agentes externos", ha subrayado. "La gran ventaja del plástico respecto a otras alternativas es que su coste es mucho menor. El factor precio es fundamental, ya que aceites de oliva de calidades inferior y otros tipos de grasas alimentarias no estarían sujetos a esta prohibición, lo que les confiere una enorme ventaja en cuanto a precio y competitividad en el mercado. De esta forma, una medida que teóricamente busca favorecer el aceite de oliva virgen extra podría acabar reduciendo su consumo y afectando de forma significativa a la renta que perciben los agricultores", ha explicado. A su juicio, el uso de material plástico como packaging "es mucho más sostenible que el vidrio, ya que diversos estudios han demostrado que el proceso de fabricación de un envase de vidrio presenta una huella de carbono superior a uno de plástico. A ello hay que sumar que, para el mismo envase, el peso del plástico es varias veces menor, lo que supone también menos emisiones contaminantes en el transporte del producto". En este sentido, ha explicado que el polímero empleado para envasar aceite de oliva es totalmente reciclable e incluso puede ser parcialmente fabricado con materiales reciclados o de origen renovable. Además, el Clúster ha señalado que "el vidrio no es idóneo para los envases de gran tamaño y no entiende que el proyecto de Real Decreto rechace el plástico para envases medianos y sí lo acepte para las monodosis. De hecho, la versatilidad y excepciones características del plástico lo convierten en el único material que es válido para todos los formatos en los que se comercializa actualmente el AOVE". Asimismo, ha indicado que, dado su bajo peso, se adapta a requisitos beneficiosos para grupos especiales de consumidores (colectivo de la tercera edad, canal Horeca, personas con discapacidad...) y permite la expansión a nuevos sistemas de comercialización. A su vez, ha remarcado que en la actualidad la investigación y la innovación en el sector del envase es continua y se trabaja en proyectos que persiguen crear envases activos que alarguen aún más la vida útil de los alimentos sin necesidad de añadir conservantes, y a un futuro algo mayor, con materiales biodegradables. Por otro lado, cree que las consecuencias desde el punto de vista de generación empleo estable "son trágicas", ya que el sector industrial del plástico genera miles de puestos de trabajo. Finalmente, ha considerado que si lo que se pretende es erradicar un problema, es necesario solventar la causa que lo produce, y no contrarrestar sus consecuencias. Así, ha afirmado que el problema no es el plástico, sino la mala gestión de sus residuos, por lo que el plástico de un solo uso es un material 100% reciclable y sólo es necesario aumentar la concienciación de la ciudadanía para que depositen los envases en el contenedor amarillo y facilitar así su recogida y tratamiento.