Tras el informe realizado por la Secretaría de Estado de Sanidad, ambos ministros se mostraron optimistas con respecto a la evolución de los brotes y el trabajo de prevención realizado desde las Comunidades Autónomas y el sector.
Sin embargo, instaron a seguir extremando las medidas de precaución, porque "la situación todavía es preocupante y exige, especialmente en el trabajo de los temporeros y de algunas industrias alimentarias, una vigilancia estrecha".
De acuerdo con dicho informe, los brotes del COVID-19 en el sector suponen el 1,98% de los notificados en todos los ámbitos y el 7,39% de los casos asociados a los brotes. Por otra parte, suponen el 15,72% de los notificados en el ámbito laboral y el 47,90% de los casos en este escenario.
Estas cifras suponen una disminución de la incidencia de la enfermedad en el sector, pero siguen mostrando una relación casos/brote elevada, de ahí la llamada a la cautela realizada por Illa y Planas.
En la reunión, se revisaron también las necesidades de mano de obra para la cosecha hasta final de año, las actuaciones llevadas a cabo con las organizaciones profesionales agrarias y las distintas directrices y medidas llevadas a cabo durante las últimas semanas.