Taiwán, un mercado interesante para las empresas españolas de aceite de oliva

Este organismo detalla que las importaciones de aceite de oliva virgen han mostrado una tendencia positiva en los últimos años, consecuencia del mayor conocimiento que tiene la población del producto tras las primeras décadas de comercialización en la isla. El aceite de oliva refinado, sin embargo, muestra un potencial más modesto, por su imagen menos asociada con la salud, aunque su sabor más ligero sea más acorde al paladar taiwanés.

Los claros líderes del mercado en Taiwán son Italia, España y Grecia. Estos tres países juntos representaron el pasado año el 94,70% de las importaciones totales de aceite de oliven virgen y el 98,90% de las importaciones de aceite de oliva refinado.

La percepción del aceite de oliva español ha mejorado en los últimos años, pero la mayoría de los consumidores taiwaneses sigue asociando este producto con Italia debido, en gran parte, al hecho de que el producto italiano fue el primero en comercializarse en la región, manteniendo el español en un segundo plano en la mente del consumidor local. Además, según este estudio, hasta ahora gran parte del aceite español se ha importado a granel para comercializarse bajo marcas locales, si bien esta situación se está empezado a corregir tras múltiples escándalos alimenticios protagonizados por embotelladores locales que han adulterado el producto.

En cuanto a los puntos de venta, los supermercados de lujo y tiendas especializadas aúnan la mayor variedad de productos y en ellos puede residir la oportunidad para introducir productos exclusivos de alto valor añadido tales como aceites aromatizados y similares. En cualquier caso, los canales de distribución en el mercado son largos, lo cual facilita unos márgenes muy altos en comparación con otros mercados de su entorno. Sin embargo, esta naturaleza de la distribución también convierte la elección del importador, casi siempre con exclusividad en el mercado, en algo clave, según ICEX.

En relación con el envase del producto, la mayoría de la oferta se basa en aceite envasado en botellas de vidrio. Dado el bajo consumo por persona y el hecho de que no se emplea para actividades intensivas en cantidad como freír, se recomienda comercializar el producto en formatos pequeños, de entre 0,5 l. y 1 l.

Finalmente, las perspectivas de crecimiento del mercado del aceite de oliva en Taiwán, según prevé Euromonitor International, mantendrán la tendencia positiva en los próximos años, ligeramente mayor en términos de volumen (39,9%) que en valor (35,5%). Al margen de las predicciones numéricas, el mercado no muestra signos de un elevado nivel de madurez ni de un crecimiento que vaya a llevar a ello. En general el aceite de oliva sigue siendo un producto de nicho, ajeno en la mayoría de las cocinas taiwanesas y que en restauración tiene muchas veces un valor más ornamental que culinario. La madurez en general de la economía y la sociedad taiwanesas induce a desestimar posibles cambios bruscos en los hábitos de consumo.

Según ICEX, el desarrollo del mercado de aceite de oliva, si bien seguirá creciendo, da la impresión de dirigirse a una progresiva sofisticación que sitúe al aceite como un producto gourmet, de nicho, de alto precio y demanda y comercialización selecta. Si bien esto no tiene por qué impedir su comercialización en grandes superficies y su uso general, lo que se quiere indicar es que no alcanzará una posición de liderazgo como aceite de cocina frente a los aceites preferidos tales como el de soja, sésamo y colza, verdadero contendiente al podio de aceites de cocina tras la incipiente marginalización del uso de aceite de palma.

La principal oportunidad que se presenta para el aceite de oliva español es su comercialización como producto premium dirigido a segmentos altos, para lo que será necesario continuar desbancando la exportación de aceite a granel por embotellado y reemplazando en los lineales taiwaneses el aceite español comercializado bajo marcas locales por marcas españolas que den lugar a un progresivo reconocimiento, situando el producto en un paradigma de pequeños formatos, altos precios y puntos de venta más exclusivos.