En el cultivo del olivar, en la última década se ha implantado y extendido el uso de cubiertas vegetales como práctica cultural. Dicho empleo se asocia a una multitud de efectos ambientales positivos, como la reducción de la erosión de suelo, el incremento de la biodiversidad y el aumento de materia orgánica en el suelo. En un trabajo realizado por el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) se analiza la opinión de los agricultores en relación a la implantación de cubiertas vegetales para poder identificar los factores de bloqueo y propiciadores de las mismas.