Durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, el ministro ha vuelto a defender que este etiquetado es el que cuenta con más apoyo por parte de científicos y especialistas en nutrición y de asociaciones de consumidores a nivel español y europeo. Según ha considerado, "ningún sistema existente en el mundo es perfecto, pero Nutri-Score es el que mayor consenso genera".
En la actualidad, el etiquetado nutricional frontal es voluntario en Europa. Ningún país puede, por el momento, obligar a los fabricantes a proporcionar esta información en la parte delantera de los envases, aunque cientos de productos ya han empezado a utilizarlo, según ha precisado el Ministerio de Consumo. En cualquier caso, la intención de la Comisión Europea es avanzar hacia el etiquetado común y obligatorio en todo el territorio a partir del año 2022.
Con ello, Garzón ha evidenciado que Nutri-Score ya está presente en numerosos productos de los supermercados españoles y que no regularlo afectaría a los derechos de las personas consumidoras. El ministro ha garantizado que las empresas que lo adopten lo harán de forma voluntaria, que lo utilicen correctamente y en todo su lineal de productos.
Por otro lado, el titular de Consumo ha defendido el beneficio que generará a las exportaciones españolas de alimentación y bebidas, "ya que uno de cada tres euros procede de países que ya tienen implantado Nutri-Score, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación". Por ello, Garzón entiende que, si la industria nacional lo incorpora, aportará una ventaja competitiva en los mercados internacionales.