En un informe sobre previsiones agrícolas, el organismo portugués señala que la recolección de la aceituna, que se inició a mediados de octubre en los olivares tradicionales y a finales de mes en las primeras variedades en seto, continúa sin incidentes.
Según explica, la floración y el cuajado se produjo en condiciones climáticas muy favorables, lo que en general ha dado como resultado una carga de frutos significativamente superior a la obtenida en la temporada anterior.
Asimismo, el desarrollo y la maduración de la aceituna también se ha desarrollado con normalidad, y la lluvia de finales de octubre ha permitido previsiblemente un aumento del tamaño de la aceituna en algunos olivares de secano tradicionales del centro y sur del país, tras el prolongado período de sequía comprendido entre junio y agosto.

En conjunto, la combinación de estos aspectos con el peso creciente de los olivares de regadío intensivos -donde, a su juicio, un mayor control de los aspectos agronómicos minimiza los impactos de los factores ambientales en el cultivo- permite estimar por primera vez una productividad media de más de 3 toneladas por hectárea.
En el caso de las aceitunas de mesa, la productividad se estima que, por segunda vez desde 1986, supere las 2 toneladas por hectárea (en 2015 alcanzó las 2,36 toneladas por hectárea). El organismo portugués subraya que, ante este esperado incremento, hubo cierta preocupación entre los productores, principalmente en Trás-os-Montes, relativa a la disponibilidad y coste de mano de obra para la cosecha.