Los datos de este organismo apuntan a que la producción mundial de frutos secos -excepto pistachos con cáscara- se situará en aproximadamente en 5 millones de toneladas en grano, un 8% menos respecto a la campaña anterior, si bien teniendo en cuenta los últimos diez años, esa producción ha crecido un 54%.
El INC ha precisado que a pesar de las interrupciones relacionadas con el COVID-19, la demanda general se mantuvo fuerte en la campaña comercial 2020/21, registrándose cifras récord en los envíos internacionales. Por su parte, en esta campaña, las interrupciones en la logística y el envío global están provocando algunos retrasos y escasez de suministro a corto plazo.