Conocer el AOVE para no desperdiciarlo

La iniciativa pretende promover las buenas prácticas en la gestión de los alimentos, a menudo “condenados” a ser desperdiciados por su mal uso o conservación: nada menos que alrededor del 17% de los alimentos producidos - 931 millones de toneladas-, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Y un producto como el aceite de oliva virgen extra, tan apreciado y querido por los italianos, tampoco escapa a este riesgo. “Siempre se ha pensado que el aceite de oliva no debe desperdiciarse -señala Anna Cane, presidenta del Grupo de Aceite de Oliva de la asociación-, pero se trata de una impresión equivocada. Es cierto que tiene una vida relativamente larga, pero puede deteriorarse si no se conserva con cuidado. Por otra parte, si no se combina correctamente en la cocina, el producto no podrá expresar plenamente sus características organolépticas, desperdiciándose en lo relativo al rendimiento y realce de los platos con los que se combina”.

Cabe recordar que el aceite de oliva no tiene una fecha de caducidad real, por lo que es preferible hablar de “vida útil mínima”, es decir, el período en el que el producto conserva todas sus cualidades sensoriales y saludables: de media, unos 18 meses, si bien conviene revisar la indicación en la etiqueta. Sin embargo, el aceite es un alimento “vivo” y como tal corre el riesgo de perder fácilmente su inmenso tesoro de sabores y propiedades nutricionales. Entonces, ¿cómo prevenir el problema?

Las reglas sugeridas por Assitol son claras: el aceite de oliva debe mantenerse alejado de la luz, el exceso de temperatura, el aire y los olores impregnantes. En la práctica, el virgen extra vive bien en la despensa, en un lugar oscuro y sin exceso de calor o frío. Después de su uso, debe taparse con cuidado y siempre es mejor optar por botellas oscuras. Para ayudar a los consumidores a utilizar y conservar correctamente este producto, la asociación -en colaboración con la Unión Nacional de Consumidores- ha elaborado la guía " Aceite de oliva virgen extra: un tesoro a conservar" .

Además de conocer las reglas de una correcta conservación, el consumidor que no quiera desperdiciar este concentrado de salud y sabor también debe aprender a utilizarlo bien en la mesa. Así, un aceite de frutado más intenso le irá bien a las carnes y primeros platos importantes, y uno más delicado maridará a la perfección con los pescados y verduras; mientras que, en el caso de la pasta, todo depende del tipo de salsa que se prepare. También es útil diferenciar el aceite para usar en crudo de aquel destinado a cocinar. Y es que, como recuerda la presidenta del Grupo de Aceite de Oliva de Assitol, “si se conoce bien el AOVE, se utiliza correctamente y no se desperdicia ni una sola gota”.