El profesor Martínez-González, que ha liderado proyectos como la cohorte SUN (Seguimiento Universidad de Navarra) y los ensayos PREDIMED y PREDIMED Plus, ha reconocido que durante su trayectoria investigadora pasó de ser “un incrédulo y agnóstico” de la Dieta Mediterránea a “un fiel defensor de este patrón tradicional de alimentación”.
“Gracias a numerosos estudios hemos podido demostrar que no hay ninguna dieta que tenga más evidencia científica que la Mediterránea sobre la prevención cardiovascular, causa número uno de muerte en el mundo occidental”, ha afirmado el también catedrático visitante de la TH Chan School of Public Health de Harvard.
Martínez-González ha señalado que “hemos observado que seguir guías tan sencillas como los 14 puntos de adherencia a la Dieta Mediterránea del estudio PREDIMED conseguía reducir en un 30% los infartos, ictus y muertes cardiovasculares: una revolución”.
Asimismo, el también investigador del CIBERobn ha remarcado que “la pandemia que nos viene ahora es la de la obesidad, y no se ha hecho lo suficiente para prevenirla: habría que haber ido a las causas de las causas, afrontando determinantes más distales, culturales o económicos”.
En esa línea, ha manifestado que “está muy bien que se le pongan impuestos a bebidas azucaradas y otros alimentos de la llamada comida basura, pero deberían ser destinados a abaratar la fruta, la verdura, el aceite de oliva, los frutos secos y todos esos alimentos que se ha demostrado que son sanos”. Además, sirviéndose del caso estadounidense, ha concluido que “gran parte del gasto en salud podría ahorrarse si se aplicase una buena medicina preventiva”.