Este programa pretende tener los primeros resultados económicos para los agricultores a principios de 2023, obteniendo así una recompensa para aquellos que se impliquen en un cambio hacia una agricultura más respetuosa con el planeta, ayudando a los compromisos climáticos de neutralidad climática de la Unión Europea para 2050.
Según ha informado BALAM, la metodología de obtención de certificados gestionada por Agreena se basa en un solvente sistema de certificación a través de estándares industriales reconocidos. La verificación de los certificados es llevada a cabo por consultoras internacionales que actúan como tercera parte independiente.
Las últimas tecnologías basadas en evaluación de imágenes satélite y visitas a pie de campo permiten comprobar los resultados introducidos por cada agricultor. La empresa ha destacado que la tecnología en este programa sigue las mejores prácticas y estrictas reglas de control para asegurar que no exista doble contabilidad.
El director técnico de Sostenibilidad y Medio Ambiente de BALAM Agriculture, José Luis Vaca, ha afirmado que “es una enorme oportunidad para los agricultores de revisar sus prácticas, sus insumos, y la gestión de sus suelos, mejorando así la eficiencia de las actuaciones y obteniendo a la larga una mayor rentabilidad por la reducción de costos, el aumento de la calidad del suelo o la mejora de la retención de agua y nutrientes. Además, contribuye de una forma directa al aumento de la biodiversidad”.
Fincas agrícolas como “Cortijo de la Reina”, en Córdoba; o “Dehesa de los Llanos” en Albacete, ya se han unido a este programa como parte de sus compromisos con una agricultura mejor para el planeta.
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