Asaja-Sevilla ha recordado que desde 2013 está en vigor la Ley de la Cadena Alimentaria (modificada en 2021) y que entre otras cuestiones establece la obligatoriedad de firmar un contrato por escrito en el que figure además un precio cierto o precio objetivamente referenciado que, en cualquier caso, debe cubrir los costes de producción del agricultor.
"Están por tanto prohibidas, para ventas superiores a los 1.000 euros, las transacciones verbales y la venta a resultas (la entrega de mercancía sin precio a un comprador para que liquide posteriormente al vendedor al precio que quiera)", ha precisado.
Asaja-Sevilla ha advertido de que velará también para evitar que en esta campaña de aceituna de mesa "se produzcan situaciones de oligopolio tendentes a la fijación de precios".
A su juicio, en el contexto general de incremento del coste de los inputs y las materias primas "en el que están todos inmersos (productores, industriales, envasadores, distribuidores y consumidores) no sería admisible cargar toda la subida de costes al eslabón más débil de la cadena (el productor)".
La organización ha advertido de que si las ofertas de compra no cubren los costes de producción es preferible que el productor entame su propia aceituna o bien la entregue en las cooperativas, dado que "en la situación actual de mercado (con más demanda que oferta ante la escasa cosecha) los precios tenderán claramente al alza. Tampoco es desdeñable la posibilidad de destinar la aceituna de mesa a la producción de aceite, dados los precios tan atractivos que tiene esta campaña el aceite de oliva".