Así, identifica los puntos críticos en relación con posibles prácticas fraudulentas en la comercialización de aceite de oliva y de orujo de oliva que supongan un incumplimiento de las normas nacionales y comunitarias aplicables a este sector, según ha informado el MAPA.
La guía también detalla las instalaciones de especial interés donde pueden producirse fraudes difíciles de detectar, establece recomendaciones para llevar a cabo los controles y señala los puntos críticos para cada tipo de instalación.
El pasado mes de noviembre se aprobó un plan de control específico del aceite de oliva y de orujo de oliva para la presente campaña, que está en aplicación y que integra los controles derivados de la normativa comunitaria y nacional.
Para el año 2023, en el marco del Programa Nacional de Control Oficial de la Calidad Alimentaria (PNCOCA 2021-2025), las Comunidades Autónomas han programado 697 controles en el sector del aceite de oliva y el aceite de orujo de oliva basados en una evaluación del riesgo y en su número de operadores, lo que supone casi un 6% más que el año anterior y controlar aproximadamente un 20% de operadores.
Además, en aplicación de la norma de calidad, por primera vez se van a realizar controles para la verificación de la trazabilidad del sector, que alcanzarán a un 10% de los operadores.
La norma de calidad de los aceites de oliva y de orujo de oliva se aprobó en agosto de 2021 con el fin de mejorar la trazabilidad de estos productos, en especial el aceite de oliva virgen extra, y revalorizar este alimento simbólico de la Dieta Mediterránea. Esta norma atiende las nuevas demandas de transparencia de la ciudadanía y satisface una reivindicación histórica del sector oleícola español, según ha destacado el MAPA.
La guía aprobada, a su juicio, supone una herramienta "para facilitar los controles de calidad con un sistema que no existe en ningún otro país del mundo y que coloca a España en cabeza de las exigencias de calidad del aceite de oliva".