El vicesecretario general de Agricultura de UPA-Andalucía, Francisco Moscoso, ha afirmado que la Junta “es la competente en materia de control e inspección de los establecimientos hosteleros y por ese motivo reclamamos que refuerce este trabajo con el objetivo de evitar la proliferación del uso de aceiteras rellenables”.
“No podemos consentir que se hunda el magnífico trabajo de los olivareros, la apuesta definitiva por el aceite de oliva virgen extra de la máxima calidad, porque en un momento muy delicado y crítico como es el actual, con estos niveles de precios, algunos quieran aprovecharse de una práctica que estaba abandonada por completo”, ha considerado.
UPA -Andalucía ha asegurado que ha podido comprobar en las últimas semanas "que cada vez más establecimientos hosteleros, especialmente bares, utilizan las aceiteras rellenables". “Tenemos que ser conscientes de que el aceite de oliva virgen extra que se pone en las mesas tiene que estar perfectamente envasado, con botellas irrellenables o monodosis. Es un logro que hace años conseguimos para garantizar que el consumidor que se toma una tostada o se come una ensalada o cualquier otro plato y quiere aliñarlo con virgen extra, se echa virgen extra y no cualquier otro tipo de aceite”, ha subrayado Moscoso.
Ante esta situación, el vicesecretario general de Agricultura de UPA-Andalucía ha insistido en reclamar a la Junta de Andalucía "que aumente el número de inspectores si es necesario para que se pueda controlar esta práctica y se evite, una vez más, el uso de unas aceiteras rellenables que lo único que hacen es tirar por tierra el buen nombre de nuestro producto estrella, nuestro aceite de oliva virgen extra".
A su juicio, "esta práctica es un nuevo golpe a la maltrecha situación de los olivareros, que nos encaminamos a la segunda mala cosecha consecutiva, que no nos beneficiamos de los precios actuales porque no tenemos aceite que vender, y que, aun así, debemos afrontar unos costes de producción que no paran de aumentar”.