El Consejo de la UE adopta su posición sobre el etiquetado digital en el sector de los fertilizantes

Según ha informado el Consejo, este reglamento refuerza la digitalización del sector de los fertilizantes. Las nuevas normas reducirán la burocracia y los costes para los productores y facilitarán a los agricultores una información clara y fácil.

Si bien la posición del Consejo comparte los principales objetivos del reglamento modificado, introduce varias mejoras en un intento de lograr el equilibrio adecuado entre el avance hacia la digitalización de las etiquetas para los operadores económicos y la prevención de posibles problemas de información para los usuarios finales, teniendo en cuenta las competencias digitales y las limitaciones de conectividad a las que pueden enfrentarse algunos agricultores.

Propuesta de la Comisión

La revisión de este reglamento propone que los proveedores de productos fertilizantes puedan comunicar la información del etiquetado en formato físico, en formato digital o en una combinación de ambos. El texto de la Comisión plantea que se permita un formato exclusivamente digital cuando los productos fertilizantes UE se vendan sin envase o cuando se vendan a agentes económicos que no son los usuarios finales de los productos.

Los agricultores y otros consumidores de productos fertilizantes vendidos en envases seguirán teniendo acceso a etiquetas tanto digitales como físicas para la información más importante (es decir, la relativa a la protección de la salud humana y del medio ambiente, la eficiencia agronómica o el contenido). La propuesta de la Comisión determina el contenido y los requisitos tecnológicos de las etiquetas digitales.

Los agentes económicos tendrán que garantizar que la etiqueta digital tenga posibilidad de búsqueda, que sea gratuita y que tenga en cuenta las necesidades de grupos vulnerables. La Comisión estará facultada para actualizar los requisitos generales de las etiquetas digitales mediante actos de ejecución.

Mandato del Consejo

El mandato del Consejo aclara la obligación de que los productos destinados a usuarios finales tengan una etiqueta física, independientemente de que se vendan con o sin envase.

Con el objetivo de evitar una carga burocrática excesiva, se han racionalizado los requisitos para las etiquetas digitales; por ejemplo, la cantidad del producto, que cambia con frecuencia, ha pasado a ser un elemento no obligatorio de la etiqueta digital, para evitar que haya que generar una nueva etiqueta digital en cada transacción si el volumen del producto cambia. Del mismo modo, la fecha de producción del producto se ha mantenido como elemento no obligatorio de la etiqueta digital si ya figura en la etiqueta física.

Para garantizar una mejor trazabilidad e igualar las condiciones con los distribuidores locales, el mandato del Consejo incorpora la información del importador como elemento obligatorio de las etiquetas digitales.

En consonancia con la posición del Consejo relativa al reglamento sobre el etiquetado y el envasado de sustancias químicas, el mandato aclara que, independientemente de que se produzca una compra, a los agentes económicos se les aplica el requisito de proporcionar, previa solicitud de los usuarios finales, la información incluida en la etiqueta digital por medios alternativos y de forma gratuita.

El mandato de negociación introduce el requisito de colocar las etiquetas físicas en un lugar visible en el punto de venta, con el fin de garantizar que los usuarios finales y las autoridades de vigilancia del mercado tengan acceso a la información no facilitada en la etiqueta digital. Esto permitiría a los potenciales compradores consultar los datos necesarios para tomar una decisión con conocimiento de causa independientemente de sus capacidades digitales o de su acceso a internet, ofreciendo al mismo tiempo a los distribuidores una forma sencilla de cumplir la obligación de facilitar dicha información a sus clientes.

La posición del Consejo garantiza que las etiquetas sigan incluyendo la información pertinente para valorar la eficiencia agronómica del abono y para seleccionar el producto adecuado en el momento de la compra. Por tanto, algunos elementos que en la propuesta original de la Comisión se habían transferido a la etiqueta digital han vuelto al formato físico, como, por ejemplo, el contenido soluble de los nutrientes del abono.

El acuerdo alcanzado formaliza la posición negociadora del Consejo y proporciona a la Presidencia del Consejo un mandato de negociación con el Parlamento Europeo, que se iniciará tan pronto como este adopte su posición.