FIMA reconoce que los agricultores son los verdaderos protagonistas del sector y, por lo tanto, se compromete a ser su espacio, especialmente adaptado a sus necesidades. En este sentido, la feria ofrece una amplia gama de equipos y servicios diseñados para satisfacer las demandas de la agricultura en la Península Ibérica, centrándose en cultivos de alto valor y promoviendo la innovación y la tecnología como pilares para el futuro del sector.
"En FIMA, estamos junto a los agricultores", ha declarado Manuel Teruel, presidente de Feria de Zaragoza, quien ha subrayado que "trabajamos con ellos y para ellos, pensando en la agricultura del futuro, pero siempre poniendo el foco en sus necesidades presentes. Creemos en el sector y queremos mostrar nuestro respeto, reconocimiento y apoyo, ahora más que nunca".
Los organizadores de la muestra han invitado a todos los profesionales del sector agrícola a visitar la feria, donde encontrarán un espacio de visibilidad y negocio, dedicado exclusivamente a ellos. "Estamos convencidos de que, como en los últimos 60 años, seguiremos sembrando un futuro juntos", ha resaltado el presidente de Feri
Además, este año FIMA cuenta con más de 100.000 metros cuadrado de exposición y 1.237 marcas expositoras. De ellas, 817 son españolas y 420 son extranjeras, procedentes de 35 países.
Por su parte, el director de Comunicación, Marca y Relaciones Institucionales de Ibercaja, Enrique Barbero, ha recordado que “el apoyo a FIMA es una de las muestras de que el sector agrario ha sido, es y será prioritario para Ibercaja tanto en Aragón, como en el resto de nuestras zonas tradicionales, La Rioja, Guadalajara, Burgos y Badajoz. Es parte de nuestro firme compromiso con el medio rural”.
Ibercaja estará presente en FIMA con la organización de varias sesiones divulgativas y de formación sobre temas de interés relativos a fiscalidad y planes de pensiones para autónomos; la oportunidad económica que supone para los agricultores seguir una estrategia de técnicas de agricultura de conservación, al poder obtener una compensación económica por la retención de carbono generada por su actividad; y la digitalización de los regadíos, parte esencial en los proyectos de creación y/o modernización de regadíos, como una de las palancas indispensables para la sostenibilidad y la competitividad del sector.