Cuestión de aforos

Fernández-Pacheco ha achacado este optimismo a que “la presente campaña se ha visto favorecida por las precipitaciones y las temperaturas suaves en primavera, lo que ha contribuido a mejorar parcialmente el estado de las plantaciones”.

Por su parte, el gerente y portavoz de Asaja-Jaén, Luis Carlos Valero, ha destacado que “habrá una cierta resistencia a la tensión de precios hacia la baja”, en un momento que coincide con el fin de la medida adoptada en junio por el Gobierno de fijar el IVA en el 0% y que ha pasado desde el 1 de octubre al 2%.

Con respecto a las cifras por provincias, Valero asegura que “en Jaén -445.000 toneladas de aceite, un 116,1% más- son mejores, puesto que la provincia va a producir prácticamente la mitad de toda Andalucía, por lo que será el granero del aceite este año”.

Su compañero, Juan Luis Ávila, responsable de Olivar de COAG-Andalucía y secretario general de la organización en Jaén, se ha mostrado más pesimista, asegurando que “los datos muestran lo que ya sabíamos, que la cosecha de aceite se recupera tras tres años de cosechas desastrosas, pero hay mucha incertidumbre respecto a lo que puede pasar con los secanos, ya que la falta de agua está provocando que se esté arrugando el fruto, lo que puede provocar la caída del fruto en el peor de los casos, y la reducción de rendimiento graso en el mejor”.

En esta misma línea se ha manifestado el secretario general de UPA-Andalucía y responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de Oliva de UPA, Cristóbal Cano, que considera que estas previsiones “se verán ratificadas siempre y cuando lleguen unas esperadas y absolutamente necesarias lluvias muy abundantes que permitan recuperar la cara que tiene el campo. En caso contrario, estimamos que no se llegará a esas cifras, ni a nivel regional ni nacional”.

Como suele pasar a estas alturas de la campaña, y ante una demanda que no muestra excesivo interés por los aceites frescos -tal y como nos aseguraban nuestros corresponsales estos días- habrá que mirar al cielo y entonar esa canción que decía así: Que llueva, que llueva... con virgen o sin ella, porque la nueva versión -para “ofendiditos”- ha eliminado esta figura religiosa. En fin, que llueva y ya está, que eso no ofende a nadie... por ahora.

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