Para enfrentar esta situación, ID David considera fundamental adoptar estrategias de recuperación que incluyan prácticas como el laboreo del suelo, la aplicación de abonados y el uso de cubiertas vegetales para revitalizar la estructura y fertilidad del suelo. También se recomiendan podas adecuadas para reducir el riesgo de enfermedades y favorecer la regeneración de los árboles.
La implementación de estas medidas con maquinaria especializada es clave para minimizar los daños y garantizar la continuidad de los cultivos.
Entre las prácticas más efectivas para la recuperación del suelo destacan tres pilares fundamentales: laboreo, para reestructurar la capa superficial y mejorar la oxigenación; descompactación, para devolver al suelo su capacidad de drenaje y desarrollo radicular; y abonado, para reponer los nutrientes perdidos y fomentar la regeneración de la actividad microbiológica.
Estas acciones, combinadas, ofrecen una solución integral para mitigar los efectos de las inundaciones y devolver a los suelos su capacidad de sustentar cultivos de forma productiva.
Preparar y rehabilitar el suelo para recuperar su fertilidad y productividad
La adecuada aireación es clave para la rehabilitación del suelo, y se logra trabajando la capa superficial del terreno con herramientas como cultivadores intercepas. Esto permite que el oxígeno circule nuevamente, reactivando microorganismos beneficiosos esenciales para la salud del suelo.
Posteriormente, es necesario un laboreo profundo de más de 20 cm. para homogeneizar el perfil del suelo, mejorar su textura y estabilidad, y fomentar tanto el desarrollo radicular como la actividad microbiana. Este proceso también integra los sedimentos en la estructura original del terreno.
En este contexto, la maquinaria agrícola adecuada es indispensable. Equipos como DAVICULTOR destacan por su capacidad de realizar un laboreo integral tanto en las calles como en las líneas de plantación. Incorporan cuchillas, rotoazadas y brazos especializados para descompactar el terreno, mantener los interfilas y prevenir futuras compactaciones, garantizando una restauración efectiva del suelo.
Reactivación biológica: devolver la vida al suelo
Para restaurar las condiciones químicas y físicas del suelo, se recomienda aplicar enmiendas que corrijan las deficiencias estructurales provocadas por la saturación de agua con aplicaciones de sulfato de calcio y carbonato cálcico o mediante materia orgánica. La elección del material aplicado dependerá del estado o condiciones del suelo. Ambos productos pueden ser aplicados mediante un remolque localizador o esparcidor [ECOFEED] , seguido de una labor que incorpore las enmiendas en la capa superficial del suelo. Esto asegura una distribución uniforme y una mayor efectividad
Los beneficios del abonado y la fertilización son la reactivación de la vida microbiana, la mejora de la estructura del suelo y el incremento de la fertilidad.
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Poda y eliminación de partes dañadas para prevenir enfermedades foliares
Las ramas y hojas afectadas por estas tormentas severas se convierten en puntos críticos para la proliferación de enfermedades foliares, al generar lesiones que facilitan la entrada de patógenos. La poda y eliminación de partes dañadas es una de las estrategias más efectivas para prevenir y controlar estas infecciones.
Para garantizar resultados efectivos, es importante aplicar técnicas de poda adecuadas que mantengan la estructura y funcionalidad del árbol. Así, la poda lateral ayuda a mantener el equilibrio estructural del árbol, eliminando ramas afectadas en los laterales; mientras que el topping, o recorte de la parte superior del árbol, fomenta un crecimiento controlado y evita el desarrollo de brotes débiles.
En este sentido, las podadoras y prepodadoras de ID David están diseñadas para realizar cortes precisos y eficientes, facilitando la eliminación de partes dañadas sin comprometer la salud del árbol. Estas herramientas permiten acceder a zonas difíciles y realizar cortes limpios, minimizando el estrés en la planta y reduciendo el riesgo de infecciones posteriores.
Además, pueden ir equipadas con un kit de desinfección para evitar la propagación de patógenos entre plantas y diferentes parcelas o explotaciones.
Para ello se pueden usar máquinas de discos como V1, ID-REX o V-DUAL de ID David.
Cubiertas vegetales: hacia la recuperación de un suelo dañado
La implantación de cubiertas vegetales se posiciona como una solución sostenible para recuperar suelos dañados. Estas cubiertas mejoran la estructura del suelo y promueven la biodiversidad. Además, reducen hasta en un 70% la pérdida de nutrientes y controlan las malezas, disminuyendo la necesidad de herbicidas químicos.
Para garantizar una siembra uniforme y efectiva, ID David ofrece equipos como el I-GREEN, que combina una grada rotativa para preparar el terreno y una sembradora neumática para distribuir las semillas de manera homogénea. Además, el rodillo triturador RUNDER permite manejar las cubiertas vegetales antes de que se sequen, tumbándolas para crear un mulching natural que controla las malezas y conserva la humedad del suelo.
En su web, la firma dispone de una guía de implantación y mantenimiento de cubiertas detallada para su correcta implantación y mantenimiento.