La conselleira ha definido esta construcción como un ejemplo de patrimonio arquitectónico vinculado al rural y ha destacado su utilidad en el aprovechamiento del recurso que representan las olivares. Asimismo, ha resaltado también el potencial de este cultivo para fijar población y crear riqueza en el sector agrario.
Por todos estos motivos, la Consellería está impulsando precisamente medidas para movilizar tierras y ponerlas en producción, tales como las parcelarias o las herramientas de la Ley de recuperación de la tierra agraria de Galicia. Así, tal y como ha señalado Gómez, las permutas, los polígonos agroforestales, las aldeas modelo o las agrupaciones de gestión conjunta favorecen la puesta en valor de tierras abandonadas o infrautilizadas, “dándoles una nueva vida al rural”.
Además, Gómez ha hecho referencia a la riqueza de esta zona del Ribeiro en cuanto al viñedo, como factor histórico de dinamización del territorio rural y ha indicado que, del mismo modo, también se dan las condiciones adecuadas de suelo y clima para el olivo.
A su juicio, la Xunta es consciente de esta realidad y del potencial de los cultivos emergentes y por eso apoya esta tendencia con medidas de ordenación, fomento y promoción. En este sentido, se ha referido a iniciativas como las leyes de recuperación de la tierra o de calidad alimentaria, en el ámbito de la ordenación; las líneas de ayudas al sector, en el de fomento; y el Plan Saborea calidad diferenciada de Galicia, en el de promoción.